Allegro appassionato

38 comentarios:

Marisa Peña dijo...

¿Qué tendrá el chelo que conmueve tanto? A mí por lo menos me pasa más que con el piano e incluso con el violín, siendo también instrumento de cuerda. Me cautiva también la relación que se establece entre el instrumento y sus intérpretes:ese abrazo tan íntimo, ese mecerse juntos,en un acto de amor. Gracias Bel por seguir arrancandole belleza a los días y permitirnos disfrutarla contigo.
Un enorme abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Marisa, querida, lo has descrito perfectamente. No sólo es el sonido, es esa intimidad entre ella y él.
Gracias a ti por tu amistad constante.
Abrazos mil.

Magda Díaz Morales dijo...

Qué ganas de poseer este talento de tomar un instrumento y transmitir con él tantas emociones. Como en la literatura.

Sin duda, querida Bel, el arte hace la vida mucho mejor.

VaNe dijo...

ahhh!!
preciosooo!!

senti algo de envidia...jajajaa... pero que hermoso talentoooo


miles de besos
que estes bien
cuidate!!!
=D

Clarice Baricco dijo...

Ella acaricia el violonchelo y la pasión la arrebata a entregarse en lo absoluto. Por eso uno siente el climax de lo que interpreta.
Una delicia nos has compartido.

Cariños.

Graciela.

Marta Sanuy dijo...

Nadie podía ofrecerme algo tan exquisito para un desayuno dominicql soleado.
¡qué arte tienes Bel!

besicos

Isabel Mercadé dijo...

Querida Magda:
Me alegro de tenerte por aquí. Es verdad que se pueden comparar, aunque las emociones sean distintas. Mucho más físicas éstas.
Un abrazo grande.

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Vanessa:

Una envidia maravillosa. Y tú, tú todavía estás a tiempo de desarrollar el talento que quieras.

Un beso.

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Graciela querida:

Marisa hablaba de ese abrazar y mecerse. Tú hablas de caricias y entrega total. Me habéis recordado:

"A veces me sentaba en la hamaca para balancearme con el libro abierto en el regazo, sin tocarlo, en un éxtasis purísimo.
Ya no era una niña más con un libro: era una mujer con su amante." C.L.

Abrazos.

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¡Y qué exagerada eres tú, Marta! Pero gracias, acepto el piropo y me alegro con la sorpresa de tu visita.

Un besazo.

alba dijo...

Me he quedado embelesada mirándole las manos, Bel. Con una de ellas permitía que el arco acariciara el cello, con la otra apretaba y desapretaba las cuerdas, los dedos viajaban solos, se deslizaban en busca del punto exacto para que naciera un sonido y no otro. Tanto me he concentrado en sus manos que al final cualquier otra cosa, hasta la propia melodía, me ha resultado irreal. Sólo cuando se ha hecho el silencio y ella ha mirado fíjamente a la cámara, he vuelto en mí. El encuentro de sus ojos con los míos me ha intimidado, hasta me ha hecho enrojecer, como si la hubiese estado observando todo este tiempo sin que ella lo supiese y, al final, me hubiese descubierto. Como si yo hubiese descubierto este apasiondo instante de amor. Todo el amor que cabe en sus manos.

Un dulce beso.

Anna dijo...

Adoro el piano, pero lo clásico en general me conmueve.

A menudo me pongo a Mozart, para escribir algo.

Creo que quien no sabe apreciar la música clásica, se pierde mucho en el camino.

Un beso Bel

Espejismos dijo...

¿Por qué el chelo (¿está bien escrito así?) y la mujer? Gran parte de las veces que he visto tocar este instrumento (si no la mayoría) ha sido en manos de una mujer. Pareciera un instrumento demasiado tosco para las manos y el cuerpo femenino, y , sin embargo, ahí está, rindiéndose a sus antojos y sonando maravillosamente, con una voz ronca y varonil, ¿no? Y con nombre masculino, además. ¿Cede más grácilmente a los encantos de una dama y da sus mejores y más bellas notas en manos de ellas, o será una consideración demasiado sexista? No sé. No podría decir que he visto muchas interpretaciones de este instrumento, sólo algunas pocas. Pero esta interpretación es preciosa, el contraste entre ella y él es electrizante, y el resultado también. Gracias una vez más, Bel; además que en dos tonos la elegancia se potencia. Un abrazo.

gloria dijo...

Bel me ha fascinado, por un momento creí estar hipnotizada bajo el sonido y la imagen de esa destreza privilegiada con la que nos deleita.
Una auténtica maravilla.
Mil gracias.
Te abrazo querida Bel.

Antonio Martín Bardán dijo...

De Saint-Saëns sólo conocía la famosa "danza de los esqueletos" (creo que se llama así). Así que ahora, gracias a este allegro, intentaré conocer más.

Muchas gracias, Bel, por este regalo tan appassionato.

Isabel Mercadé dijo...

(*:
Sí, es cierto que cuando ella te mira te sientes como si hubieras asistido a un inconfesable acto de voyeurismo. Es como si te dijera "ya sé que me mirabas, yo te lo he permitido, lo has hecho sólo porque yo me he ofrecido". Es una de las interpretaciones más reales que he visto jamás.
Un abrazo, linda luna.

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Ana:
Conocí una vez a una persona muy culta que aseguraba que no le interesaba la música clásica porque no le aportaba nada nuevo.
Era toda una teoría, rara para mí, pero en fin... yo estoy contigo.
Un beso.

Isabel Mercadé dijo...

Querido Lobosluna:
¡Cuánto me alegra verte por aquí! Pero, ¿no estaba usted de vacaciones?
Sí, son tremendamente sugerentes las asociaciones que podríamos hacer entre ella y él.
Un beso enorme.

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Gloria querida:
Es cierto que puede resultar hipnotizante para sensibilidades tan delicadas como la tuya.
Un abracísimo.

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Gracias, Antonio, por haber descubierto lo que quería ser este post.
Un beso.

Mertxe dijo...

He escrito dos comentarios larguísimos, larguísimos, sobre el binomio mujer-violoncello, y no he conseguido que entren. Bueno, de todas formas lo intento por tercera con este testimonio de mi visita.

Bel, me 'allegro asai' de volver por aquí.

Isabel Mercadé dijo...

¡Qué pena, Mertxe! Me habría encantado leer tus consideraciones sobre el binomio mujer-cello...
También yo me alegro de que, de alguna manera, hayas conseguido llegar.
Un abracísimo, querida.

ybris dijo...

Impresionante Jacqueline du Pre.
Siempre me pregunto a dónde habría llegado de no haber sido por su enfermedad y su temprana muerte.
Hacía poco que escuchaba su insuperable interpretación del concierto de Elgar en el que casi siempre tengo que aguantarme las lágrimas.
Un placer escucharla aquí ahora en este magnífico Allegro de Saint Saëns.

Gracias.

Conde de Galzerán dijo...

Me has hecho recordar una película francesa que me gustó mucho. Creo que era la “Muchacha del Violoncelo”, pero no estoy nada seguro de ello.
Una mujer con cello, siempre me ha parecido que es una imagen muy sensual., independientemente de la interpretación. Petons.

Roberto dijo...

Estremecedor...que manera de acariciar un instrumento tan bello como es el chelo! He paladeado la melodía, he saboreado la belleza esta tarde de martes gracias a ti...

un beso

Anónimo dijo...

Madera...cuerdas...sentimiento y arte ¡El cielo!!

Anónimo dijo...

Hola, querida Bel.
Vine a tu anterior entrada pero me pasó como siempre: llegué tarde. Me paso por ésta para saludarte, para mandarte un montón de besos. Y de paso te dejo un regalo, a ver si sabes quién es.

fundidoenlabio.wordpress.com

Una abraçada molt forta.

Clarice Baricco dijo...

PD.

Ignoraba el poema y me ha gustado. Me sorprendí. También ya visité a Nuria. Muchas gracias linda.

Isabel Mercadé dijo...

Gracias a ti, Ybris, por tu constante presencia y tus cálidas palabras.
Es algo que nos preguntamos en estos casos. No sé por qué a ella la imagino envejeciendo serenamente, con una trenza y un gato (tal vez porque es una fantasía que tengo para mí misma) y dedicando algo de tiempo a dos o tres privilegiados discípulos.
Un abrazo.

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Es cierto, Conde, que en general esta imagen ya de por sí resulta sensual, pero creo que ella le aporta mucho más, algo así como un erotismo trascendente (puede que acabe de soltar un tópicazo tontísimo, "une connerie", pero bueno, aquí la dejo).

Un besazo.

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Querido Roberto:

Me alegro muchísimo de que la tarde de ayer resultara para ti algo más hermosa.
Gracias a ti.

Un beso.

Isabel Mercadé dijo...

Mistral:
Qué bien que esa sucesión resulte para ti tan hermosa y que la hayas encontrado aquí.
Abrazos.

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Fusa, querida, me alegro mucho de que hayas pasado por aquí. Ahora mismo voy a visitaros, a ti y a "fundidoenlabio" que me parece a mí ya sé quién es...pero no nos adelantemos...
Cuánto me alegra esa plenitud que leo en estas cuatro líneas.

Un enorme beso.

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Querida Graciela:

Me alegro de que te haya gustado. Es un poema que ha merecido un ingente número de estudios, últimamente más desde el punto de vista del psicoanálisis que del literario. Las vacas apelan a multitud de asociaciones inconscientes y una vaca ciega parece que a muchas más.

Un abrazo.

Dekamara dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Vagamundo dijo...

Hola, y gracias por dejar tu retal en mi blog.

Qué lindo aquí, entran ganas de suspirar... y por instinto, me abrazo a mi amante de seis cuerdas, que me quiere aunque la acaricie con rudeza...

Nos vemos por aquí.

Anónimo dijo...

Gracias a ti, Vagamundo, por tu visita y tus cálidas palabras.
Abrazos.

ZenyZero dijo...

Bel!!! Gracias... estoy bien, de verdad. Y después de que llegaras, mejor.
Un abrazo
Chuff!!

Isabel Mercadé dijo...

Otro abrazo a ti, enorme, querido Zen y.

Felipe Sérvulo dijo...

Ya sabes que te esperamos en la tertulia. Mientras tanto me paseo por tu blog.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Son mas de las 7h de la mañana, ya es domingo, y este voraz cuervo, al que llamaba Unamuno, no me abandona. Me he pasado toda la noche buscando palabras, mirandolas, tocandolas, dandoles la vuelta, metiendomelas en la boca, pero como te habra pasado a ti tambien mas de una vez, esta noche a mi tampoco han querido decirme nada. Estaba preocupado por ello, pues hace dias que no me asiste ninguna musa, tanto que ya empezaba a ponerme de mal humor, tanto que estaba planteandome tirarle alguna piedra a ese maldito buitre vestido de raso del que te hablado antes, que no deja de mirarme sobre su cuello pelado y sus ojos saltones, cuando he llegado a tu pagina. Conoci a du Pre gracias a ti, la ultima vez que estuve aqui, pero escucharla de nuevo, en esta soledad callada del dia que despunta, en esta marea serena de sueños que se alejan, ha sido de una emocion tan honda como la que pueda sentir un hambriento ante el hallazgo de un festin de manjares o el cahorro ante el pecho de la madre. Las palabras por un instante han dejado de tener sentido, para en la sinestesia de la musica adquirir el significado que no habian hallado. Debo agradecerte este reposo que me has dado, arrancandole un poco de belleza al tiempo, para compartirla con nosotros.
Isabel, recibe un caluroso saludo...
Jon

Isabel Mercadé dijo...

Querido Jon:
Basta con que a una persona, a una como tú, le haya servido así que yo me tomara el mínimo trabajo de traer a Du Pré, para que este blog haya cumplido su objetivo. Gracias a ti por venir hasta aquí a contármelo.
Curiosamente, estoy teniendo problemas con youtube (no con vídeos colgados en otros buscadores) y yo no puedo verla.
¿Será una especie de prueba o castigo de los Dioses?
Un abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Felipe, querido, muchas gracias por pasearte por aquí. Mis circunstancias laborales están cambiando algo y es posible que muy pronto nos encontremos en al Ateneo.
Entre tanto, te dejo un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Gracias por estos acordes tersos, por las notas de este instrumento cuyas voces humanas a nadie dejan indiferente.


Saludos...

Amparo dijo...

Tengo una cosita pa ti en mi blog.
Besitos, guapa

Isabel Mercadé dijo...

Gracias a ti, Ángel, por tu visita. Estoy leyendo un poemario que me recuerda a tu nombre "cosecha de ángeles" de Ana Blandiana, todo un descubrimiento.

Isabel Mercadé dijo...

Querida Amparo:
No sé cómo agradecértelo, ni me creo merecedora, pero lo recogeré y espero corresponder con mucho cariño.
Un beso.

Goliardo dijo...

¡Otra vez el cello! Hay pasión y nostalgia, hay tormenta y otoño. Se me ocurre pensar que el piano es cristalino, como el agua de un arroyo, mientras que el cello es agua tormentosa, que vibra en el ielo. Hay una suerte de contraste en la combinación de los instrumentos que es lo que nos arrebata y nos atrapa. Hermoso regalo, querida Bel.