Proximidade


Y esta vez ha sido la dulce Inuit quien ha decidido que de nuevo este sitio merece un premio. Muy distinto al otro, diría yo. Pues si antes se trataba de describir los fulgores, ahora se trata de desvelar la proximidade. Y si la palabra es en sí hermosa, he tenido la suerte de que me llegara en ese idioma que amo, poblado de secretos ecos, reverberante y luminoso como un abrazo. Proximidade, abrazos, secretos ecos, permanencia, estar, cerca. En eso creo que consiste la proximidade. Por eso disculparán que hoy no haga listas. Ellos saben y yo sé quiénes comparten esos ecos secretos, quiénes están cerca, quiénes permanecen.

Este blog nació en Abril. En otro Abril también, escribí este poema. Para Inuit, con mi cariño y agradecimiento, y para todos ellos.

(Abril está pasando una severa auditoría. Gracias a todos por vuestros comentarios)

Para A.

Good times never seemed so good.

Haiku de agosto

Lluna de València
Cançó imprevista

em corprèn tremolosa

a la nit d'agost

Percepciones


Es éste uno de los muchos títulos -otros serían
Meditaciones, Meditación, La contemplación- con los que se ha traducido Betrachtung, la primera antología de textos -no pueden llamárseles narraciones- publicada por Kafka. Es la lectura que me ocupa estos días y ando tan deslumbrada, que deseaba dejar aquí constancia. Este librito apareció en diciembre de 1912, cuando el autor tenía 29 años. Se compone básicamente de textos fragmentarios, muchos de ellos extraídos de la novela inacabada Descripción de una lucha. El deslumbramiento no se debe tanto a la novedad ni a la excelencia kafkianas, sobradamente reconocidas, sino a la asombrosa contemporaneidad que poseen ya estos primeros textos, cuya redacción data en algunos casos de la primera juventud del autor, cuando estudiaba derecho (la foto corresponde a esa época) en la Universidad Carolina de Praga. Esa contemporaneidad -y creo que es un halago para los mejores de los contemporáneos- se inscribe tanto en la estructura de los textos, como he dicho, fragmentaria, hecha de esbozos, meditaciones, apuntes, como en la nitidez y precisión de la prosa, sin una sola trampa que busque la complicidad del lector así como tampoco su rechazo (otra forma de anzuelo), ni floritura innecesaria. Y, además, está el humor, ese humor negro e inteligentísimo del mejor Kafka.

Propósitos

Superar el abatimiento debería ser fácil, simplemente con la energía de la voluntad. Me despego del sillón, doy una vuelta alrededor de la mesa, pongo en movimiento la cabeza y el cuello, enciendo el fuego de los ojos y distiendo los músculos que los rodean. Contra mis propios sentimientos, saludaré impetuosamente a A. cuando llegue y toleraré amistosamente a B. en mi habitación. Y en cuanto a C., a pesar del sufrimiento y del esfuerzo, me tragaré todo lo que diga.
Sin embargo, aunque esto funcione, cada error inevitable interrumpe todo el devenir, lo ligero y lo pesado. Y tendré que volver a girar por el mismo círculo.
Por eso, el mejor consejo sigue siendo soportarlo todo, comportarse como una pesada masa; y cuando uno mismo se siente arrastrado, no dejarse impulsar a dar el menos paso innecesario, contemplar a los demás con la mirada de un animal, no sentir ningún remordimiento. En fin, ahogar con las propias manos lo que aún persiste como fantasma de la vida; es decir, ampliar más aún el último reposo sepulcral, sin dejar que subsista nada más.
Un movimiento característico de este estado es desplazar el dedo meñique sobre las cejas.

De Percepciones, Franz Kafka

Traducción: Pablo Grosschmid

El muerto en el mar de Urca

No es su mejor cuento, ni siquiera uno de ellos. Lo he elegido al azar. Como dicen que los puritanos abrían la biblia. Para recibir la palabra. O como quien toma una ensalada, compartida si es posible, y ligera, mientras espera el plato fuerte. Fue Woody Allen quien apostilló que Tolstoy era un menú completo, con aperitivo, primero, segundo y postre, mientras que Dostoievsky ya constituiría uno de esos fastuosos banquetes que no siempre el estómago se puede permitir. Algo así ocurre con Clarice (por cierto, acabo de enterarme, según el New York Times, la Kafka de la literatura latinoamericana) así que de entrante he elegido una sopa fría, no tan inofensiva como parece, pero bastante más llevadera que el resto del menú. Para abrir boca.

El muerto en el mar de Urca

Yo estaba en el apartamento de doña Lourdes, costurera, probándome el vestido pintado por Olly, y doña Lourdes dijo: murió un hombre en el mar, mire a los bomberos. Miré y sólo vi el mar que debía estar muy salado, mar azul, casas blancas. ¿Y el muerto?

El muerto en salmuera. ¡No quiero morir!, grité, muda dentro de mi vestido. El vestido es amarillo y azul. ¿Y yo? Muerta de calor, no muerta en el mar azul.

Voy a decir un secreto: mi vestido es lindo y no quiero morir. El viernes el vestido estará en casa, el sábado me lo pondré. Sin muerte, sólo mar azul. ¿Existen las nubes amarillas? Existen doradas. Yo no tengo historia. ¿El muerto la tiene? Tiene: fue a tomar un baño de mar a Urca, el bobo, y murió; ¿quién lo mandó? Yo tomo baños de mar con cuidado, no soy tonta, y sólo voy a Urca para probarme el vestido. Y tres blusas. Ella es minuciosa en la prueba. ¿Y el muerto? ¿Minuciosamente muerto?

Voy a contar una historia: era una vez un joven a quien le gustaban los baños de mar. Por eso, fue una mañana de jueves a Urca. En Urca, en las piedras de Urca, está lleno de ratones, por eso yo no voy. Pero el joven no les prestaba atención a los ratones. Ni los ratones le prestaban atención a él. Y había una mujer probándose un vestido y que llegó demasiado tarde: el joven ya estaba muerto. Salado. ¿Había pirañas en el mar? Hice como que no entendía. No entiendo la muerte. ¿Un joven muerto?

Muerto por bobo que era. Sólo se debe ir a Urca para probarse un vestido alegre. La mujer, que soy yo, sólo quiere alegría. Pero yo me inclino frente a la muerte. Que vendrá, vendrá, vendrá. ¿Cuándo? Ahí está, puede venir en cualquier momento. Pero yo, que estaba probándome un vestido al calor de la mañana, pedí una prueba a Dios. Y sentí una cosa intensísima, un perfume intenso a rosas. Entonces, tuve la prueba. Dos pruebas: de Dios y del vestido.

Sólo se debe morir de muerte natural, nunca por accidente, nunca por ahogo en el mar. Yo pido protección para los míos, que son muchos. Y la protección, estoy segura, vendrá.

Pero, ¿y el joven? ¿Y su historia? Es posible que fuera estudiante. Nunca lo sabré. Me quedé solamente mirando el mar y el caserío. Doña Lourdes, imperturbable, preguntándome si ajustaba más la cintura. Yo le dije que sí, que la cintura tiene que verse apretada. Pero estaba atónita. Atónita en mi vestido nuevo.

De Silencio, Clarice Lispector

Traducción de Cristina Peri Rossi

Premios, fulgores, amigos



Siete por tres más uno. Sí, esos son ni más ni menos los blogs a los que, saltándome todas las reglas (parece ser que debería premiar sólo a siete), y desde la posición en la que la encantadora niña Fusa me ha colocado, voy a pasar el testigo. La niña Fusa no és sólo encantadora. Es también, y sobre todo, un vendaval de aire fresco que se hace remolino de palabras para proporcionar a sus amigos el privilegio de asistir a la gestación de la que será, según todos los augurios, una gran narradora.

Y ahora paso, sin más dilación, a los premios. Los criterios seguidos son absolutamente subjetivos. Están basados, no sólo en el fulgor que para mí, por una u otra razón, sin duda poseen todos los navegantes aquí enlazados, sino en el papel que con su presencia, o con sus ausencias a veces, han jugado en ésta, mi vida virtual, no tan disociada, como tal vez se creería o desearía, de la otra (y digo sólo "la otra", porque no es momento éste para disquisiciones acerca de la realidad).


Dado que no creo que os guste la foto (es muy fea, ya Fusa dixit), os dejaré, además, un Haiku. Todos están extraídos del Libro de Jaikus, de Jack Kerouac, una de mis lecturas de verano, traducido por Marcos Canteli. La selección no es arbitraria. Espero que encontréis lo que de vosotros he visto en ellos. Si no es así, la responsabilidad será sólo mía. Intentaré mirar mejor en el futuro.

Mi primer blog brillantes es, cómo no, para
Lentitud. No exageraría si dijera que es prácticamente el responsable de que este blog exista. Fue visitando su sitio, el anterior, y el anterior del anterior, recorriendo sus sugerentes entradas y leyendo los también casi siempre sugerentes comentarios, cuando empecé a comprender el sentido de la blogosfera y hasta la belleza que puede ofrecer. Ahora, estos lugares están cancelados o restringidos. Sin embargo, mantiene todavía uno. Si lo visitáis, os recibirá con un fulgor de azabache y la voz de Micah P. Hinson repitiendo, como un desolado mantra, Don't you. Y éste es su Haiku:

Atardecer de otoño
en la Quinta Avenida
Un pájaro
(Spring dusk/on Fith Avenue,/A bird)

El segundo es para
Nuria. Su fulgor es claro, diamantino. Y tiene algo también de hechicera. Se enreda y enreda entre/con sus palabras. Si sus poemas brillan como la carne y la sangre, sus otras entradas desbordan siempre su generosa curiosidad y, con frecuencia, su generoso recuerdo. El primer comentario que recibí en este blog fue el suyo. Y en momentos oscuros, me llevó hasta sus páginas para regalarme su luz. Gracias.

El sabor
de la lluvia
¿Por qué arrodillarse?
(The taste/of rain/Why kneel?)

Giovanni se encontraba entre los inteligentes y divertidos visitantes de Lentitud. Tuve el privilegio de que me acompañara casi desde el principio. He dicho inteligente y divertido, pero debería añadir también sabio. Su blog te acoge con la serenidad y la sutileza de quien sabe y comprende, y la mano que tiende es siempre cálida, como los dibujos de Aafke que suelen ilustrar sus luminosas entradas. Para él es el tercero.

Al sol
la mariposa aletea
Como ventana de iglesia
(In the sun/the butterfly wings/Like a church window)


Muy pronto también, llegó Marta, mujer sin atributos, dice ella. Sus entradas son ingeniosas en el mejor sentido del término, ese ingenio conceptual que derrocha sin alardes. Sin duda, entre Góngora y Quevedo, ella sería el segundo. Como él, culta, detesta la pedantería y, también como él, domina la palabra y sus matices. Para ti, Marta:

No hay juicios imaginarios
de forma,
Las nubes
(No imaginary judgements/of form,/The clouds)


Dos mujeres y un hombre se han instalado en mis dos vidas inopinadamente, y lo han hecho cargados de cariño, apoyo y respeto. Diría que acabo de definir la amistad. Les entrego también este premio, no sólo llena de gratitud, sino de admiración.

Rosa
se resiste a llamarse a sí misma poeta. Es una resistencia que comprendo y comparto. Sin embargo, resulta totalmente injustificada en su caso. Un corto paseo por su June y me daréis la razón. También es pintora y aunque parece aceptarlo mejor, ¿por qué, Rosa, no hay en June ni una sola de tus obras? Como dice Felipe, el amigo con quien coedita su laberinto, sólo ahora ha empezado a salir Rosa de su armario. Y éste es su Haiku:

Cada vez más débil
el sol-sirenas de niebla
ya se oyen en la bahía
(The sun keeps getting/dimmer-foghorns/began to blow in the bay)


Felipe es un reconocido poeta. Ha tenido la gentileza de pedirme una lectura crítica de su último libro de poemas que se editará próximamente y cuya presentación correrá a cargo de Joan Margarit. También, si queréis oírlo de viva voz, os recomiendo que no os perdáis las VIII Jornades Poètiques que tendrán lugar en el Ateneu de Barcelona en octubre. Además de a Felipe, podremos escuchar a Edgardo Dobry, Raimon, María Victoria Atienza o Chantal Maillard, entre otros.

Su reflejo inverso
en el lago al ocaso, estos pinos
Apuntan al infinito
(Reflected upsidedown/in the sunset lake, pines,/Pointing to infinity)


Montse, se define en su blog como una dona a la finestra, sin embargo, cuando la visitéis, no os dejéis engañar por tan modesta presentación. La que podría ser interpretada como una presencia pasiva que ve pasar la vida, no sólo es una delicadísima poeta y una maravillosa fotógrafa, también, haciendo gala de una envidiable energía (cuando se tiene conocimiento de todas las otras tareas de las que se ocupa), saca adelante, prácticamente sola, su interesantísimo Cuaderno de poesía. Aquest és per tu, Montse.

Se marchó el pájaro
y cundió la distancia
Inmensamente blanca
(Bird was gone/and distance grew/Immensely white)


Otros dos magníficos poetas, a los que hallé gracias al blog de Nuria, me hicieron en seguida el honor de brindarme su amistad. Me refiero a Gracia Iglesias y a Fernando Sarría.

Gracia, no es sólo domadora de palabras. En su blog encontraréis también los sonidos y gestos que captura para acompañarlas y hacer posible que los elefantes dancen con melancólica alegría. Para ti, domadora.

Caballos de terciopelo
en la subasta del valle
La mujer canta
(Velvet horses/in the valley auction-/Woman sings)

Fernando Sarría, entre el silencio y las palabras, desgrana los estados del deseo. Uno de sus blogs, El error de las hormigas, está íntegramente dedicado al libro del mismo título publicado recientemente y del que está ofreciendo ahora diversas lecturas. El fulgor de sus palabras es de un rojo terciopelo, aunque a veces, tras las cortinas, el azul o las sombras de desaliento acechen. Con mis mejores deseos, Fernando.

Pobre carne delicada-
no hay
Respuesta
(Poor gentle flesh-/there is/No answer)

No recuerdo ahora quién buscó a quién. Sólo puedo decir que la presencia del divertido, sensible y, en cierto modo, enigmático Zenyzero, llenó casi desde el principio de rutilantes luces mi percepción de la blogosfera. Poeta y narrador originalísimo, aunque no se prodigue demasiado últimamente, merece sin duda un brillante premio. Y éste es su haiku:

Café caliente
y un cigarrillo-
¿por qué hacer zazen?
(Hot coffee/and a cigarrette-/why zazen?

Llegué hasta Ybris gracias a su amigo Zenyzero y sólo por esa razón ya debería estarle agradecida. Si los griegos castigaban el pecado de la desmesura, no puedo imaginar cuál sería la pena que él mereciera. Es cierto que sus palabras son al tiempo marmóreas y dúctiles, que posee una enorme talla, tanto poética como, intuyo, también personal y que su fulgor atrae a un considerable número de visitas ¿Será ése su castigo? ¿Considerará también un castigo este premio? En cualquier caso, para ti, amigo Ybris.

Por todas partes más allá
de la Verdad,
Un vacío espacio azul
(Everywhere beyond/the Truth,/Empty space blue)


También el apasionado y conocido poeta Santiago Tena, Amor, ha sido, aunque intermitente, una presencia relevante desde mis inicios en este universo virtual. Se presentó con su simpatía e inmediatez arrastrando tras de sí, más que fulgores, verdaderos incendios. Si en una de mis primeras visitas le señalé la, para mí, imposibilidad de vivere ardendo e non sentire il male, Kerouac ahora parece confirmarlo. Pensando en ti, Santi, con cariño.

Loco escribí cortinas
de
poesía en llamas
(Mad wrote curtains/of/poetry on fire)

Tengo el privilegio de disfrutar de la amistad y la compañía de dos mujeres fantásticas que, aunque muy distintas entre sí, encontré gracias al blog de Olvido, del que hablaré más tarde. Me refiero, por un lado a Mertxe y, por otro, a la Princesa. Ambas son para mí una caja de sorpresas.

Mertxe posee un inmenso caudal de conocimientos no sólo literarios, sino de la más diversa índole. Una visita a su blog es siempre una pequeña aventura. Sus entradas son una especie de catalizador reverberante que puede transportar de un recuerdo olvidado a un nuevo y sugerente destino. A veces (muchas menos de las que desearíamos) también nos regala con algún texto de su propia cosecha. Entre sus hojas, nuevos brotes germinan constantes.

Noche lluviosa,
las hojas más altas ondean
En el cielo gris
(Rainy night,/the top leaves wave/In the gray sky)


Como he dicho, de un modo totalmente distinto, también Princesa (de hojalata, dice ella, aunque en mi opinión sus fulgores son de oro y plata) constituye una caja de sorpresas. La conjunción de su particular mirada y su sensibilidad única dan como resultado unas peculiares, dulces y así mismo sugerentes (y, otra vez por desgracia, no muy frecuentes) entradas. Como muestra, la última, esa maravillosa descripción de la felicidad -momentos fugaces y sólidos al tiempo-, vivida a dos.

El delicado movimiento
de las hojas
Esta tarde de agosto
(The gently moving/leaves/Of the August afternoon)


Después de una larga ausencia (dos lunas por lo menos), (*Luna volvió más plena y rutilante que nunca. Como un inesperado regalo, había llegado poco antes, creo que desde la siempre atractiva Shangri-la. (*, siguiendo los parámetros de su nombre, no sólo aparece y desaparece, sino que sus textos, que auguran también maneras de gran narradora, pasan de la luminosidad y la sonrisa a la morbidez y las sombras. Para ti, Luna.

Perfecto círculo redondo
la luna
En el centro del cielo
(Perfect circle round/the moon/In the center of the sky)

Más o menos al mismo tiempo que (*, encontré a dos blogueras más con las que paulatinamente fui estrechando amistosos lazos virtuales y a las que así mismo quisiera reconocer las interesantes entradas que nos ofrecen.
Oceánida amenazó también a primeros de Julio con el silencio. Sin embargo, acabo de visitar su blog y me ha alegrado ver que regresó, no muchos días después, repleta de nuevo de palabras propias y ajenas. Que este premio brillante sea para ella una afectuosa bienvenida. Y éste es su haiku:

Coge un vaso de agua
del mar
Y ahí estoy yo
(Take a cup of water/from the ocean/And there I am)


La relación con Clarice podría haber sido extraña, puesto que Graciela escogió este alias en honor de nuestra admirada escritora. Fui consciente desde el principio del peligro de una correspondencia fantasmática, especialmente cada vez que empezaba con un "Querida Clarice". Sin embargo, Graciela es tan de verdad, sus palabras son tan propias, su sensibilidad tan sólida, que pronto el fantasma se desvaneció y quedó ahí, Graciela, entera, con simplemente esa seña, como un guiño de complicidad, que nos une. Gracias por tu amistad, Graciela.

La yerba se ondula,
las gallinas cloquean,
Nada ocurre
(Grass waves,/hens chuckle,/Nothing's happening)


Encontré a Salvador Moreno Valencia, Denis Osorio Cepeda, Daniel Damián (Conde de Galcerán), Horacio Lobosluna y Magda Díaz Morales gracias a la red de la revista
literaturas.com y constituyen una muestra, como por otra parte lo son también la de los amigos hasta ahora citados, de cómo al final las afinidades electivas acaban funcionando. Microcosmos dentro del macrocosmos de la red, el sitio podría ser ser interpretado como una metáfora de la vida real. Tus hilos se cruzan con miles de personas pero sólo algunos acaban anudados.

Salvador tiene una web abierta generosamente a la publicación y difusión de obras y artistas de distintas disciplinas, así como a acciones sociales solidarias. Es difícil encontrar alguno de sus textos entre todas las otras obras allí expuestas. Cuando por fin lo haces, comprendes no sólo cuánto valía la pena la búsqueda, sino también cómo la sensibilidad de Salvador estaba de todos modos en todas aquellas muestras ajenas que enlaza. Para ti, Salvador.

Después del terremoto,
Un niño llorando
En el silencio
(After the earthquake,/ A child crying/In the silence)

Considero que en Denis se está gestando un gran poeta. Y, como en el caso de Fusa, es un privilegio para sus amigos asistir a ese proceso. No hay más que echar una ojeada a su blog en el que la poesía florece en "latas en el vertedero". Una vez me dijo que yo le había llevado hasta los haikus. Fue cuando escribió 17 maravillosos Haikus para abandonar el tabaquismo. Con mis mejores augurios, Denis.

En la silla
Decidí darle al Jaiku
El nombre de Pop
(In the chair/I decided to call Haiku/By de name of Pop)

Daniel Damián, Conde de Galcerán, es un sensible narrador, poeta y cineasta. Lástima que muestre también demasiada tendencia a mantener su creación en el armario. En su ecléctico blog se pueden encontrar textos, imágenes, apuntes que delatan su desbordante pasión por el arte en todas sus manifestaciones, normalmente de, como él los llama "cosecha ajena". Su "cosecha propia", sin embargo, es magnífica, contundente y sólida. Ojalá la recoja con más frecuencia. Y éste es su haiku:

Brotes en la nieve
-el combate mortal
de dos pájaros
(Buds in the snow/-the deadly fight/between two birds)

Mi querido Horacio Lobosluna es un magnífico narrador (y también poeta, aunque él se empeñe en negarlo). Ha publicado varios libros de cuentos espléndidos y ahora tiene en proceso una narración cuyo borrador (una parte al menos) he tenido el privilegio de leer. Es también un delicado y comprensivo amigo. Como Denis, está en el otro lado del Atlántico y no puedo por menos que agradecer este bendito invento que me ha permitido llegar hasta él. Va por ti, Lobosluna.

Espera conmigo
el final de esta efímera
Existencia-la luna
(Waiting with me for/the end of this ephemeral/Existence-the moon)

Y por fin llegué a una de mis más recientes amigas, Magda, cuya sensibilidad, cultura y capacidad para ofrecer generosamente sus conocimientos me tienen anodadada y encantada. Magda es capaz de brindar casi diariamente una reseña siempre interesante sobre un libro (sea novela, ensayo o poesía), una exposición, una película, con la serenidad (tomo la palabra de uno de sus comentaristas) de quién se toma un café. Es un privilegio y un honor disfrutar de su amistad. Y éste (no podía ser de otro modo) es su haiku:

La tormenta,

como Dostoievsky
Construye cuando enumera
(The storm,/like Dostoevsky/Builds up as it lists)

Recibí el premio de manos de la niña Fusa, junto con, entre otros, tres maravillosas blogueras. Me refiero a Olvido, Alfaro e Inuit. Aunque ya tengan su "blog brillante", no quería dejar de mencionarlas. Pero qué decir de ellas que no dijera ya Fusa o tantos otros que las visitan y comentan. Así que seré muy breve. No he podido sustraerme, sin embargo, a regalarles también un Haiku, a ellas y, por suspuesto, a la niña Fusa. Con un enorme abrazo para las cuatro.

Para Olvido y su ballena que nos regalan su fulgor plateado en cada entrada.
Círculo gris de la luna
detrás de nubes plateadas-
El musgo negro
(Gray orb of the moon/behind silver clouds-/The Spanish moss)

Para Inuit, delicadísima, sensible y dulce poeta, a la que encontré gracias a Alfaro.
La aurora boreal
sobre Hozomeen-
El vacío aún más quieto
(Aurora Borealis/over Hozomeen-/The void is stiller)

Para Alfaro, maravillosa poeta, cuya personalísima voz merecería ser más oída.
Pero la senda del Río Perdido
no creen
Que aún exista
But de Lost Creek trail/they dont believe/Is in existence anymore)

Y para Fusa y su fulgor dorado.
Esperando el tren
las 4 de la tarde-
Sol en las nubes del oeste, oro
(Waiting for the Zipper/4PM-/Sun in West clouds, gold)

Jack Kerouac