Lo obvio


"-¿Qué es agosto?
El sol sube. La sangre se retira del agua azul.
-A veces el océano me recuerda a un enorme perro azul -dice Faye, mirando el mar.
(...)
Julie acaba de levantar la mirada:
-¿Qué has dicho?
Faye la mira, impávida, y niega con la cabeza.
-Estabas hablando de poesía. -Julie sonríe y le toca la mejilla a Faye.
Faye enciende un cigarrillo en medio del viento.
-Nunca me ha gustado. Da demasiadas vueltas. Incluso cuando me gusta no es más que una manera retorcida de decir algo obvio, creo yo.
Julie sonríe. Hay una separación entre sus incisivos.
-Bravo-dice-. Pero piensa que hay realmente poquísima gente que tenga el instrumental necesario para tratar con lo obvio.

(...)

Di que el único sentido que tiene el amor es intentar meter los dedos por los agujeros de la máscara del amante. Llegar a agarrar de alguna manera esa máscara.

(...)

¿Te acuerdas? ¿Te acuerdas del mar? ¿De nuestro mar al amanecer, de cómo nos gustaba? Nos gustaba porque era como nosotras, Faye. Aquel océano era obvio. Todo el tiempo estábamos buscando algo obvio. (...). El mar sólo es mar cuando se mueve -susurra Julie-. Las olas son lo que distingue al mar de un charco muy grande. El mar no es nada más que sus olas. Y todas las olas del mar terminan chocando con lo que ellas mismas empujan y rompiendo. Todo lo que estábamos mirando durante todo el tiempo que estuviste haciendo preguntas era obvio. Era obvio y era un poema porque éramos nosotras. Mira esa clase de cosas, Faye."


David Foster Wallace, de Animalitos inexpresivos en La niña del pelo raro








52 comentarios:

Jenn Díaz dijo...

Qué maravilla, Bel. Me encuentro ante otro gran descubrimiento, de esos que vienen de tu mano. No conocía este escritor ni siquiera de oídas. Y estos tres fragmentos me parecen brillantes.
Que la poesía no es más que rebuscar entre lo obvio es tan obvio que nadie lo dice. Y yo lo pensaba, como tantos, pero no lo decía.
La imagen del amante metiendo los dedos por los ojos para coger un poco la máscara.¡Pero tiene que meter los dedos por los agujeros de los ojos! Es genial. Una imagen certera y clara.
Lo obvio, estupendo. Me ha encantado. Me lo apunto, pero de verdad.
Un abrazo, Bel.

ZenyZero dijo...

A veces sólo merece la pena las sutilezas del cariño. También el mar es un medio de expresión, una metáfora inmensa que cambia de color y tiene vida y la guarda, aún sin poseerla. Nos devuelve sutilmente en presente lo que recordamos en pasado.

Son unos párrafos muy bonitos.

Un abrazo.
Chuff!!

Diana H. dijo...

Bel...bello, bello, como todo lo que tiene el poder inexplicable de tocarnos tan de cerca.
Tenés poderes, Bel. No es la primera vez que siento que existen sentidos capaces de captar extrañamente la cosas que interiormente vivimos.
Llegar a decir lo obvio de la manera menos obvia y más clara, es aquello a lo que aspiramos los aprendices de las letras.
No conocía este autor. Decirte que me ha llegado mucho sería una obviedad imperdonable. Así que lo retiro.
Un beso, amiga.

Belnu dijo...

Tan ensimismadas en su mundo y con esa capa de aislamiento nostálgico. Yo les leo con cierta distancia a todos los de ese grupo, aunque he sentido fascinación, me he admirado cuando les leía para reseñarles o a raíz de las entrevistas de Poets and Writers que me daban impulsos de buscarles (como me pasó con Chuck Palahniuk) y me da la sensación de que les reconozco, de que he estado allí, pero siempre me siento lejos, no sé por qué. Recuerdo lo que decía Calvino de Natalia Ginzburg y que yo siempre repito en mis conferencias, “El secreto de la simplicidad de Natalia está ahí: esa voz que dice ‘yo’ siempre tiene enfrente personajes que estima superiores a ella, situaciones que parecen demasiado complejas para sus fuerzas. Y los medios lingüísticos y conceptuales que usa para representarlos siempre parecen algo por debajo de las exigencias. De esta desproporción nace la tensión poética. La poesía siempre ha sido eso: hacer pasar el mar por un embudo…”

Lentitud dijo...

Si veo algo de David Foster Wallace, no puedo callarme. Hay quién dice que su literatura es “demasiado densa y difícil de leer”, que “le pierde los juegos experimentales con la forma”. No llego a entender bien esas afirmaciones. Antes de decidir quitarse de en medio y pasar a mejor vida, cuando comenzaba a entrar en la madurez de su escritura, dejó cuatro libros de relatos, un híbrido extraño entre el ensayo y la narración y una, por el volumen de páginas y por las huellas que deja, inmensa novela, quizá no sea exactamente una novela. Una “escasa” obra en la que hay que bucear, a veces entre un follaje formal no gratuito, para encontrar maravillas de gran fuerza poética. Y más.

Foster Wallace era un bufón, un gran bromista. Al fin y al cabo la literatura no deja de ser una broma infinita. Aún me pregunto si su suicidio no forma parte de una de sus lúcidas bromas. Parece ser que no.

Magníficos los fragmentos que has hilvanado y traído a las amapolas, Bel.

Isabel Mercadé dijo...

Fusa, querida, este cuento es una maravilla, tanto, que dan ganas de echarse a llorar de agradecimiento, como un tributo. Todo lo que he leído de este autor es literatura, de la grande, aunque a veces resulte difícil por su estructura zigzagueante, como el movimiento del caballo del ajedrez. Creo que te gustará.
Lo primero que de él leí, distinto al resto de sus obras, como un amigo me advirtió, fue "Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer". Ahí también daban ganas de echarse a llorar, de risa... y ternura.
Un beso.

Isabel Mercadé dijo...

Y los tuyos también, Zenyzero. Siempre he agradecido y admirado y creo que nunca te lo había dicho, cómo tomas cualquier palabra que ofrecemos y nos la devuelves germinada. Lo hago ahora, muchas gracias, con un gran abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Querida Luzdeana:
Me he quedado impresionada. Te agradezco tus consideraciones que al mismo tiempo me preocupan, si una tiene poderes, inmediatamente empieza a sentirse responsable y no sé...creo sólo que leo con atención y cuando algunas palabras caen y reverberan y vuelven siento que son las palabras. Y entonces me da pena quedármelas para mí sola y quisiera mostrarlas al mundo.
Me alegra que te hayan tocado. Uno más de esos lugares donde nos estamos encontrando.
Un gran abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Belnu:
Me encanta cómo describes ese efecto de cercanía y extrañamiento. Creo que es el efecto que causan en general los norteamericanos inteligentes. Son tan capaces de extraer esa simplicidad que sólo es producto de una elaboradísima ecuación que hasta desconciertan.
Y gracias por esa maravilla de Calvino... también él necesita del mar (lo obvio) para hablar de poesía.
¿Sabes que aún no he leído a Natalia Ginzburg recomendada hace poco por Fusa (arriba) y hace más por Giovanni (entrada anterior)? No sé muy bien por qué.
Un abrazo, Isabel.

Isabel Mercadé dijo...

Lentitud:
Qué alegría verte por aquí. Tampoco yo entiendo bien esas afirmaciones. Sí es cierto, como le decía a Fusa, que a veces puede precisarse un esfuerzo mayor que para leer a otros más ¿fáciles o facilones? por esos movimientos zigzagueantes, pero, efectivamente, no hay nada de gratuito y sí mucho de condensación poética, de tierna crueldad, de dulce ironía y de tanto respeto y diría que hasta amor por esos "animalitos inexpresivos" ...
En cuanto a tu pregunta, no, no lo creo, en absoluto. Y, entre otras cosas, la clave me la da aquel párrafo que ya te comenté de "Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer".
Estoy segura de que él conocía la desesperanza, esa cosa mucho más terrible que la desesperación, esa especie de nada insoportable.
Y gracias por la apreciación. Me encanta la palabra hilvanar.
Un abrazo, L.

Nikté dijo...

Me he quedado, no se...ensimismada contigo, para tí, en ese mar que ya te digo desde ahora que no es yan obvio como parece, ni siquiera el amor, que va de aquí para allá, estampándose contra las olas, y es así como más me atrae.


Quiero a ese hombre para mi, a ese perro, a ti.

Isabel Mercadé dijo...

¡Ah! Lentitud, se me olvidaba el agradecimiento más importante de todos... sin tu recomendación, tal vez nunca habría alargado la mano para coger del estante aquel primer libro de D.F.W.... y todo lo que me hubiera perdido.

Isabel Mercadé dijo...

Querida Nikté:
Si te emocionó Grace Paley como lo hizo, y ahora te has enamorado de D.F.W., lo tuyo son desde luego los norteamericanos, o ciertos norteamericanos, esos que gozan de esa elaborada inteligencia que sabe presentarse como si fuera simple.
También tú eres así, aseguraría.
Un beso.

Malvada Bruja del Norte dijo...

Eso es arte, hacer que lo obvio no sea tan obvio. Que algo cotidiano suene diferente o absurdo, y sin embargo cuando lo miras como lo vió el creador no sea tan diferente ni absurdo...

Buena selección!

Goliardo dijo...

En estos últimos días estoy enseñando análisis de poesía a uno de mis cursos. Y les decía algo similar: que el tema, lo que el poema dice, el significado, puede reducirse a una frase, y quizás los temas, entonces, sean solo un puñado. Lo que importa es cómo se expresa, porque la poesía habla de aquellas cosas que no alcanzan las palabras para definir en una palabra. Ahora haré mías estas palabras.
Y como no conozco al autor, lo anotaré en mi lista, porque siempre aprendo cosas bellas junto a estas Amapolas. Un abrazo.

PD:hoy mi palabra para verificar es beldf ¿df? Me quedo como frente a un enigma. Otro abrazo.

silvia zappia dijo...

Gran autor Wallace, gran fragmento elegiste.
Y vos lo dijiste:sus cuentos hacen reír y llorar de ternura.
Y en éste, en particular, es maravillosa la reflexión sobre la poesía en boca (y alma) de sus personajes.

Un beso!

Isabel Mercadé dijo...

Gracias, Malvada Bruja del Norte. Sí, es un difícil equilibrio que algunos logran.
Un abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Goliardo, me encantaría oírte en esos cursos con tu acento que imagino. Son dos o tres temas, ¿verdad? y el resto, variaciones, buscar otro modo de decirlos.
¿Distrito Federal? ¿Dar Fé? ¿Decir Fin? No sé, no sé, querido Alejandro.
Un gran abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Me alegro, Rayuela, de la coincidencia. ¿Cuál de sus obras prefieres?
Un beso.

Isabel Mercadé dijo...

Vaya, Nikté, estábamos escribiendo a la vez. Ahora no sé si dejar mi comentario de respuesta o quitarlo. Lo quito.
Un beso.

Nikté dijo...

Jajajaja

Maravillosa coincidencia

alba dijo...

A veces me pasa que siento, por ejemplo, ante una palabra, o una imagen, o... en realidad, ante cualquier cosa cotidiana, una extrañeza tan grande que es como si me fuera ajena del todo esa cosa, y al mismo tiempo la miro y sé que la conozco, que es normal que esté donde está, que es... pues eso, obvia la cosa en sí. Y es muy raro, ese alejamiento acercamiento a la vez. No sé si me explico, Bel, pero es lo que he pensado al leer este entrada, en la de veces que me pasa. Y me han encantado estos fragmentos que has puesto. Tanto que tomo nota.

Un dulce beso.

alba dijo...

Y lo que suena, que casi se me olvida, también me ha encantado. Me he acordado, no sé por qué, de un disco de Paul Bley que me encanta, "Homage to Carla".

Otro beso.

alba dijo...

Y lo que suena, que casi se me olvida, también me ha encantado. Me he acordado, no sé por qué, de un disco de Paul Bley que me encanta, "Homage to Carla".

Otro beso.

alba dijo...

(Ay, ¡al parecer me ha encantado por partida doble!)

mjromero dijo...

El mar, las olas, la calma, hasta en un charco se podría ver el... para qué queremos la imaginación, otra cosa es mar metáfora de vida, pero ¿de qué océano entonces?

virgi dijo...

Sólo los GRANDES pueden decir esas cosas de esa manera.
"Lo obvio"...tantas obviedades que no reconocemos como tales. Y otras que no son tan obvias, ni les ponemos asunto.

Muy bello lo que has elegido, no conocía a D.F.W.
Espero que las amapolas sigan floreciendo en noviembre...besos y pétalos

ALE. dijo...

¡Que belleza!Se me anudo la garganta BEL...

Gracias.

Goliardo dijo...

Entonces me quedo con "da fe", porque eso, al menos conmigo, ha sido cierto en relación contigo, en muchs ocasiones. Me olvidaba de comentar la bella música, que sigo escuchando. Otro abrazo.

Anónimo dijo...

«hay realmente poquísima gente que tenga el instrumental necesario para tratar con lo obvio», qué obvio, pero qué difícil llegar a ello cuando, en efecto, «el mar no es nada más que sus olas», puro fenómeno. Y quiero decir con fenómeno puro signo, que indica, señala, se ha de descifrar: lo obvio. Faye sería el conjunto de los signos mundanos que Proust comenta en la Recherche, mientras que Julie, sería quien desplegara en Faye, su punto de vista, su cono que comprende el mundo entero.

Creo que este libro va a ser uno de los que me compre bien pronto. Un besote.

Ani B. dijo...

Buenísimo Bel querida, gracias por presentarme a este autor... una más de tus regalos.
Me quedé pensando en Barthes (Lo obvio y lo obtuso) luego me dejé llevar por el texto y tuve ese frio y temblor interno que se tiene cuando se está con la opacidad de lo obvio, o con lo descarnado de lo real... ahora pienso en la cucaracha de Lispector.

El mar ¿lo miramos o es él quien nos mira con esa mirada inmensa... infinita... obvia?

Besos azules

Marisa Peña dijo...

Ay Bel, las cosas más obvias son las más necesarias de decir de gritar a los cuatro vientos, de no dejar que caigan en el olvido. Es obvio que yo , como todos los que hasta aquí llegan, disfruto de tus amapolas, pero por eso es tan necesario que no dejemos de decírtelo...Un abrazo, corazón.

Anónimo dijo...

Es obvia tu belleza Mel.

Un abrazo.

Recomenzar dijo...

Bellísimo tu blog te sigo en tus palabras dejándote besos

Belnu dijo...

Léela enseguida, urgentemente, o te daré mi última conferencia sobre ella, o la primera, o para convencerte te buscaré la pequeña conferencia que nos publicó Mapfre a Lydia Oliva y a mí incluyéndola en su "Amazonas y modelos".... La Ginzburg es una de mis pasiones. Empiezas por La strada che va in città, por ejemplo... Le voci della sera, I nostri ieri y luego los ensayos... y para acabar Lessico famigliare! Ella es muy psicoanalítica...

silvia zappia dijo...

Respondo a tu pregunta:leí "Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer", y "La niña del pelo raro".Por estos fines de mundo es extraño conseguir algo de Wallace.No puedo optar en preferencia por ninguna de las dos obras,por disímiles,de tan distintas iguales por su ternura.Pero, debo decir que me gustan más los cuentos,pero ésta es sólo una preferencia (mía) de estilo.
Y agradezco tu comentario en mi tanka.Espero encontrar uno aquí, entre las amapolas...(otro día te dejo uno de Borges, si te interesa)

Mil besos!

PEGASA dijo...

Bel. Cuanto tiempo ha pasado. Perdí tu enlace y no podía regresar. Me he tenido que poner a mirar entrada por entrada y comentario por comentario para poder encontrarte. jaja
Como siempre un placer. Besitos

giovanni dijo...

Creo que poesía da menos vueltas... Tratar con lo obvio asocio con dejar de intentar decir lo obvio y decirlo sin pensar demasiado. Ay, la máscara... Lo mejor es quitárselo tu mismo. El mar sin viento es lento, liso, liviano o pesado, según tu gusto.

Me gustan los diálogos de DFW.

Un beso

Clarice Baricco dijo...

Es madrugada, estoy por irme a dormir, pero pienso en ti, como cada día. Vengo a tu casa, a darte mis buenas noches -diarias internas- y vuelvo a leer lo que compartes. ¿Qué quieres lograr conmigo mi querida Bel?
Gracias es lo que debo decirte -siempre- Sigues abriéndome los ojos.
Te abrazo fuerte.

Isabel Mercadé dijo...

Justamente, (*, hablaba con Belnu (ver más arriba) sobre ese efecto de acercamiento y extrañeza que produce ese autor y, tal vez en general, la particular inteligencia de ciertos norteamericanos.
Gracias por darme a conocer a Paul Bley, una maravilla. Voy a google y leo casi las mismas frases para describirlo que las que dedican a Ran Blake, pianistas, innovadores del jazz en los 60, indefinibles...
Un abrazo, querida (*.

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O de muerte, Alfaro. En "Una cosa supuestamente divertida que nunca volveré a hacer", librito tierno y divertido como pocos, el mar es también metáfora de muerte.
Un abrazo grande.

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Gracias, Virgi, sí los grandes saben domeñar las palabras, lo que a veces no sabemos es a qué precio...
También yo lo espero, pero no de momento. El trabajo, más absorbente y enajenante que nunca.
Un beso.

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¡Ah! Ale,

Te echaré de menos, pero repito, que el camino te lleve a donde de veras deseas.

Un abrazo, siempre.

Isabel Mercadé dijo...

Goliardo, me has emocionado, qué piropo, dar fé, no sé si yo...
Un abrazo inmenso.

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Efectivamente, Bufu, puro signo, eso es lo obvio, puro signo repleto de significado... justo el otro día tu amigo Mariano me hablaba también de esos signos en "La recherche". Me gusta el paralelismo que haces con los personajes de D.F.W.

Un beso para ti.

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Sí, Ani, si hay un real descarnado/encarnado, ésa es la cucaracha.
Me gusta tu metáfora, el frío y el temblor. También yo hablo de temblor cuando me refiero al encuentro de la palabra y hablaba en la anterior entrada con Fusa de cómo conjurarlo, dejar que la palabra se diga, ser sólo su intermediario.
Y ¿coincidencia o sincronía? Ayer leía el temor y el temblor de Kierkegaard, otro redescubrimiento.
Buena pregunta, Ani. Y tú me haces pensar en Solaris... cuando la vi por primera vez, siendo tan joven, entendí tan poco y me gustó tanto. Era maravillosa esa sensación de entender no entendiendo.

Un abrazo grande.

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Marisa, querida, a veces tengo esa obvia impresión (pues ya lo decía la Biblia) que por más que gritemos sólo oirá quien quiera oír, pero aún así, es cierto, no dejar de hacerlo...

Corazón, eres tú. Te abrazo fuerte.

Isabel Mercadé dijo...

Gracias,Oceánida, me encanta mi nuevo nombre. ¿Sabes?, en catalán significa "miel".

Un gran beso.

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Gracias, de corazón, Mucha. Volveré al tuyo, a hacer esas liberadoras confesiones que nos propones.
Un abrazo.

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Belnu, querida, yo encantada de que me des todas las conferencias y me cuentes todo lo que sepas. Será todo un lujazo.
Y sí, en cuanto salga de ésta (calculo que dentro de un par de semanas como mucho), me pongo a ello.
Un beso.

Isabel Mercadé dijo...

Gracias por volver, Rayuela,

estoy de acuerdo, los cuentos son más literatura, pero "Algo supuestamente..." es lo primero que leí y en un momento difícil para mí, y fue casi como una red salvadora. Le tengo un cariño enorme.
Aquí se encuentra todo, creo, y ahora además, excepto "la broma infinita", ya ha salido la edición de bolsillo. Seguramente no tardará en llegar allí, esperemos...
Un abrazo muy grande.

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¡Qué alegría, Pegasa, ahora mismo iré a visitarte.
Un beso.

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Porque tú eres un poeta, Giovanni, aunque tú mismo antes no lo sospechabas.

Es cierto relativamente lo que dices, porque tal vez estés pensando sólo en ti, en esa facilidad tuya para discriminar lo obvio, lo importante, el puro signo como decía Bufu.

El modo en que tú lo atrapas y nos lo muestras... no es tan fácil, aunque a ti te lo parezca.

Me alegro de que te guste.

Un beso enorme.

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Querida Clarice,

Aquí, ahora es de noche, y me concentro mucho y espero que recibas este abrazo... y, sinceramente, no sé quién le debe más a quién, a las manos y los ojos
de una tal Graciela.

Anónimo dijo...

Buenos días Bel.

Leas cuando leas esto no te asustes. Es que he modificado el blog y los enlances de blogs nuevos han desaparecido así por las buenas, como tantos otros "widgets". En cuanto pueda vuelvo a tenerte ahí, bien situada.

Besos!

Toni.

PÁJARO DE CHINA dijo...

Querida Bel, tu casa, tus comentaristas, tu música, son un bálsamo. Y también una zona de lucidez constante, que se abre y se expande e ilumina Marienbad y el pajarito chino y todas las repúblicas personales que atraviesa.

No, siento que no venimos al mundo con el instrumental necesario para enfrentarnos a lo obvio. No lo vemos, no lo registramos, queda sepultado bajo capas y capas de alfabetos inútiles y tramposos. Ni siquiera nos preguntamos por qué hacemos cada día lo que hacemos.

Aprendemos rápidamente a naturalizar la crueldad y lo injusto como un modo de estar, como un modo "obvio" de vivir, cuando ese modo debería espantarnos y nuestro espanto ser la "obvia" reacción ante el estado de las cosas.

Habría que lavarse los ojos una y otra vez, frotarlos y frotarlos, desaprender y volver a mirar. La belleza, también. En su desnudez y su simplicidad. Que los ojos se inunden de mar en lugar de tratar de decodificarlo y clavarlo al madero de las palabras.

Inundarse primero y articular, conjugar, en todo caso, después.

D.F.W. es una asignatura pendiente para mí. "La broma infinita" me espera en un estante desde hace tiempo.

Seleccionaste con mano experta de artesana.

Y sí que entendí lo que significa no ceder el asiento en el autobús. Hablabas de lo obvio. De ponerse en el lugar del otro. Los crímenes más brutales comienzan a gestarse
en esos gestos que parecen mínimos.

Un abrazo muy fuerte y gracias por tu mirada-flecha, que da en el blanco.

PÁJARO DE CHINA dijo...

P.S.: Durante meses y meses escribí escuchando a Carla Bley.

Laura Giordani dijo...

Hola Bel: pido permiso para entrar en tu casita y recorrerla un poco. Lo que he podido ver hasta ahora me gusta, sobre todo la atmósfera amorosa que se respira y que contribuye a crear la lucidez de tus entradas y de quienes hacen los comentarios. Pero una lucidez cálida, no es una luz fría. Esto es importante...
No he leído a David Foster Wallace así que no puedo comentar mucho, tomo nota para próximas lecturas. De los fragmentos que has seleccionado, me llevo la reflexión sobre lo obvio: quizás la poesía sea un intento -fallido casi siempre- de sacudir, de extrañar ese reino de obviedades.

Seguiré visitando tu casa. Te dejo un abrazo, Bel.

Laura.

Isabel Mercadé dijo...

Ja,ja ¡pues menudo susto me habías dado, Toni! Nada mejor para asustar al otro que empezar con un "no te asustes".
Un beso.

Isabel Mercadé dijo...

Querida Mariel:
Muchas gracias, como siempre, por tu generosidad.
Tú sí que ves al otro, eso es obvio.
¿Has leído "la banalidad del mal" de Hannah Arendt? Un lúcido análisis de cómo se pueden llegar a normalizar las mayores atrocidades.
También hoy leía en el blog de Amparo "eterna aprendiz" un artículo de R. Argullol donde cuenta la anécdota sobre un profesor de mi ciudad desesperado porque sus alumnos no comprendían el sentido de la palabra piedad, así literalmente.
Y precisamente hace tiempo que quería poner algo que escribí hace ya un tiempo sobre eso en "por qué huyo de mí 3", pero dudaba. Tal vez ahora lo haga...

¿Y qué escribiste? ¿Ése es el secreto de las maravillas que nos entregas?

Un abrazo inmenso.

Isabel Mercadé dijo...

Laura:

Muchas gracias por tu visita y por tus también cálidas palabras y, por supuesto, siempre de par en par abiertas estas puertas para ti.

"Extrañar las obviedades"... muy certero, y me ha llevado hasta C. Lispector "Es cuando la palabra me extraña que tiene sentido, es cuando la vida me extraña que estoy viva" (o algo aproximado, cito de memoria).

Y muy certero también, sí, (y luminoso :) que es casi siempre un intento fallido, pero tal vez gracias a eso lo repetimos, lo volvemos a intentar una y otra vez.

Un abrazo para ti, Laura.

Ingrid Solbrig dijo...

Acabo de descubrir tu blog buscando desesperada por la red algo sobre Animalitos inexpresivos. Descubrí "La niña del pelo raro" hace muy poquito y casi por casualidad y me he quedado absolutamente fascinada con sólo leer el primer relato.

Un saludo

Isabel Mercadé dijo...

Gracias por tu visita I. Solbrig. A mí también me lo parece, aunque verás que hay relatos muy distintos, la voz de fondo es la misma, única...
Creo que ya lo he dicho, mi primera lectura fue "Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer", donde, además de su ironía, de ese humor único también, DFW deja que veamos su lado más amable y tierno.
Un afectuoso saludo para ti.