"Su alma se estaba tumefactando y cuajándose en una masa grasienta que se iba hundiendo llena de obscuro terror en un crepúsculo amenazador y sombrío; y, mientras tanto, aquel cuerpo suyo, laxo y deshonrado, buscaba con ojos torpes, huérfano, humano y conturbado, un dios bovino en quien poder fijar la mirada.
(...)
El lenguaje en que estamos hablando ha sido suyo antes que mío. ¡Qué diferentes resultan las palabras hogar, Cristo, cerveza, maestro, en mis labios y en los suyos! Yo no puedo pronunciar o escribir esas palabras sin sentir una sensación de desasosiego. Su idioma, tan familiar y tan extraño, será siempre para mí un lenguaje adquirido. Yo no he creado esas palabras, ni las he puesto en uso. Mi voz se revuelve para defenderse de ellas. Mi alma se angustia entre las tinieblas del idioma de este hombre.
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El lenguaje en que estamos hablando ha sido suyo antes que mío. ¡Qué diferentes resultan las palabras hogar, Cristo, cerveza, maestro, en mis labios y en los suyos! Yo no puedo pronunciar o escribir esas palabras sin sentir una sensación de desasosiego. Su idioma, tan familiar y tan extraño, será siempre para mí un lenguaje adquirido. Yo no he creado esas palabras, ni las he puesto en uso. Mi voz se revuelve para defenderse de ellas. Mi alma se angustia entre las tinieblas del idioma de este hombre.
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No es eso, de ninguna manera. Yo quiero estrechar entre mis brazos la belleza que todavía no ha venido al mundo."
No es eso, de ninguna manera. Yo quiero estrechar entre mis brazos la belleza que todavía no ha venido al mundo."
De Retrato del artista adolescente, James Joyce
25 comentarios:
Qué fragmentos tan hermosos, Bel. Y los leo ahora en este rato en que parece pero no es, a las dos son las tres, a las tres son las dos, entonces qué pasa que amanece antes o después, y entonces dormimos una hora más o menos, y esto por qué lo hacían que no me acuerdo, por lo de la luz, ahora que estoy en ese momento que miro la hora y digo: ahora serían las..., ahora, leyéndote, sabiéndote, me parece que estoy estrechando entre mis brazos parte de esa belleza que todavía no ha venido al mundo.
(¿Tú también con cambios? Aunque más sutiles... me gusta mucho ese color. De las mil plantillas que usé, lo hice servir en la mayoría.)
Una altra abraçada.
Hcerlo servir... muy catalán, ¿no?
Gracias Bel por el empujoncito, lo tengo en casa y se me ha hecho siempre cuesta arriba.
A propósito de esta reflexión que me haces hacerme: empecé con M. Proust a los 22 o así...¡uf, qué va! no pude. Pasaron 5/6 años y volví a él. Me pegué todos los tomos de un tirón, me encantó, aprendí mucho leyéndolo.
Si con Joyce me pasa te lo agradeceré a ti.
Besos
leer con la condición de soñar..desde dentro.
besos
Me ha encantado ese "hacerlo servir", Fusa, que no es exactamente lo mismo que usar. Todos los idioma son, a partir de un límite, intraducibles.
Sí, tú sí estrechas esa belleza y más.
Un abrazo grandote.
Virgi:
Tengo que reconocer que hace tiempo que no he intentado el "Ulises", tal vez entonces era demasiado joven, no sé que pasaría ahora, habrá que probar... Joyce escribió el "Retrato" de mayor, y a mí ahora me ha interesado mucho más que hace años. En cambio siempre he desgutado sus cuentos que son una maravilla, entre los que se encuentra "Los muertos". La canción aparece en el final de la película que J. Huston hizo de ese cuento.
Acabo de dejarle un comentario a una bloguera amiga diciéndole que no me gusta Proust, que me parece un pelma... ¡y hace un montón de años que lo leí! Tal vez ahora seas tú quien me empuje a reintentarlo.
Un besazo.
A lo mejor es por eso, Fernando, que no me gusta Proust...
Besos mil.
Gracias por estos fragmentos proustianos, y por tus huellas en Noctambulario. Las que ya me habías dejado y que también te agradezco, se me borraron por error, de ahí que lamentablemente no estén como hubiera querido. Mea culpa.
Saludos....
Por ese lirismo que reflejan esos párrafos, Joyce me parece un grandísimo poeta. Como sabes, ese es uno de los libros que estoy leyendo en ese momento. Me sorpende muchísimo eso que dices de Proust :) Un abrazo, Bel.
Yo leí el Ulises muy joven y eso sí, me encantaban los monólogos de la señora Bloom, pero me perdía en tantas alusiones. En cambio todo lo demás que leí de Joyce me entusiasmó y aún ahora me acuerdo de trozos de Esteban el héroe, el Retrato del artista adolescente, Dublineses, Los muertos, Finnegans Wake y etcétera...
En cuanto a Proust, ya te he contestado en mi espacio, no me imagino sin Proust, ni escribiendo ni siendo, pero creo en la subjetividad de la lectura, a Nabokov le horrorizaba Thomas Mann, a mí me encantó la montaña mágica o Las confesiones del estafador felix Krull o los Buddenbrook, y en cambio no pide con el Dr. Fausto... Perdona por mi prolijidad!
Ángel:
Te debe de haber resultado tan increíble que no me gustara Proust, que has tenido un lapsus y todo. Son fragmentos Joycianos.
Gracias a ti por ese precioso regalo que nos ofreces mes a mes.
Un abrazo.
Querido Mariano:
Sí, claro que lo recuerdo, y que coincidimos en eso, en que yo acababa de leerlo. Hoy me apetecía compartir esa poesía con la que tropiezas a cada página del "Retrato".
¿Y cómo van tus cosas?
En cuanto a Proust, estas son algunas de las razones que le he dado a Isabel Núñez (su interesante blog, pinchando abajo, en Belnu):
"No me gusta Proust. Naturalmente, reconozco todos sus méritos, y he leído ensayos (muy interesante el de René Girard) para intentar encontrarle el punto, pero no, me parece un pelma royendo su desesperanza sin desesperación ni redención."
Creo que tendré que intentarlo de nuevo...
Me ha alegrado mucho verte por aquí, Mariano.
Un abrazo.
Isabel:
Gracias por esa generosa prolijidad. Yo sí que tendría que pedirte disculpas, que últimamente hablo por los codos, en tu casa en especial.
También te he contestado allí. He dicho que lo intentaré de nuevo, pero creo que en el caso de Proust tendré que agarrarme a la cuestión de la subjetividad.
Respecto a Thomas Mann, no sólo a Nabokov. Hace un tiempo me sorprendió, y ahora no logro recordar quién, otro grande que decía lo mismo. En cambio yo lo tengo aquí, mirándome, al lado de C. Lispector (¿no se parece ella físicamente a la protagonista de "La montaña mágica"?) y un joven y playero Kafka y, sí, me tragué encantada "Dr. Fausto", además de la serie sobre la Biblia... en fin, todo.
Abrazos.
A mí me encantó Strong Opinions de Nabokov, ahí se trata de esa subjetividad en la literatura. Y su Curso de literatura europea. El Curso de literatura rusa lo tengo pendiente.
Es lo que se me plantea haciendo crítica, siempre intento explicar lo que es y por qué a mí no me interesa, por ejemplo, para que otros vean si a ellos sí podría interesarles. O viceversa. Como soy intrusa en la crítica, no me siento sentenciadora como los auténticos, que establecen lo bueno y lo malo como si no existiera la subjetividad, condicionando todas las lecturas. Eso sí, sé distinguir lo que es un escritor(a) de lo que no lo es.
Tú hablando por los codos en mi espacio? Nein! A mí no me lo pareció, pero serás bienvenida siempre que quieras
Hermosas letras Bel, una vez mas das en el clavo.
Un fuerte abrazo.
Pues otra confesión es que tampoco Nabokov me entusiasma y, ya puestos, el tercero es J. Conrad, pero sobre estos dos tengo bastante claro por qué, aunque me costó descubrirlo. Diría que son demasiado masculinos, algo excesivo con lo que no conecto.
Al final, tienes razón, aparte de la subjetividad y los gustos, está la cuestión de si son escritores, y los tres lo son, y sí, creo también que sé distinguirlos, incluso a alguno que no escribe, como diría tu amigo VM...
Gracias de nuevo, Bel. Un abrazo.
Me alegro de que te lo parezcan, Oceánida. La verdad es que para mí fue todo un redescubrimiento.
Un beso.
buenísima la elección de los párrafos; contundentes, y llenos de esa belleza que a veces creemos que no debe de existir.
En cuanto a los autores, es así, no sólo es cuestión de gustos, creo que también hay otros componentes.Hay grandes escritores,admiradísimos,en los que yo reconozco su gran oficio, pero no me llegan.
Besos!
Sí, Ale, esa belleza no nacida que él supo crear.
Gracias.
Un abrazo.
Qué facil es, aparentemente entender a Joyce; sin embargo la belleza tiene que esperar. Los sentidos tienen que ponerse de acuerdo para la emoción;Abrazos Bel, y sí,colocas las cosas y los nombres para reencontrarnos con ell@s. Gracias por ello.
Es un libro maravilloso. Curiosamente, hace dos o tres días una amiga me invitaba a su relectura, me decía que era un redescubrimiento, que por ese libro no pasaba el tiempo.
Casualidades que no lo son tanto...
Querido Antonio:
Es exactamente eso, a veces la belleza tiene que esperar, como el maestro zen.
Gracias por tu visita, por tu compañía siempre tan cálida.
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No, no lo es tanto, Stalker. Me encantaría creer que existe, ese círculo sagrado que conecta las almas.
Con afecto.
Bel, te escribí un email el día que te puse el comentario. besos
Qué fuerza en ese desear de estrechar la belleza.
Debo retomar al escritor.
Llegadores fragmentos compartes.
Abrazos con mucho cariño.
:*
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