New York Stories

Scorsese, Procol Harum y Nick Nolte, ¿qué más se puede pedir?


20 comentarios:

Pedro M. Martínez dijo...

Faltaba tu sensibilidad para escogerlo.
Y ya está.
Completo.

Marisa Peña dijo...

¡Me encantó esta película! Me gusta poder recordarla aquí , rodeada de tu sensibilidad y tu afecto.¿qué mas se puede pedir? Feliz domingo querida Bel.

Isabel Mercadé dijo...

Gracias, Pedro, eres un sol.
Un beso.

Isabel Mercadé dijo...

También a mí, Marisa. Bueno, en realidad es que de Scorsese me gusta todo. Y es tan capaz de hacer cosas tan distintas. ¿Qué me dices de la adaptación de "La edad de la inocencia"?
Feliz domingo para ti, Marisa.Aquí se ha acabado la tregua, otra vez grisura y frío.

Un abrazo.

Mertxe dijo...

Pues yo pediría poder ver los vídeos de You Tube, porque debo de ser la única en toda la red que no lo consigue.

Patientiae...

Isabel Mercadé dijo...

Tienes razón, el arte de la paciencia es uno de los más necesarios en esta vida y lo que cuesta... pero, Mertxe, seguro, seguro que esta película la has visto, eran tres historias, una de Scorsese, la otra de Woody allen y la tercera, ahora no recuerdo, en cualquier caso, muy conocida.
Un beso.

gloria dijo...

Tienes un don para seleccionar la sensibilidad Bel. He disfrutado mucho con el video.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Querida Gloria:
De nada sirve la sensibilidad si no se puede compartir con personas como tú. Gracias como siempre por tus cálidas palabras.
Un abrazo.

MGJuárez dijo...

Querida Bel, yo no he visto esa trilogia de historias. Hace mucho que no voy al cine -para mí-; de esta escena hay algo que me agobia, quizás sea el tópico del artista que sabemos egoista y a la vez protector.

También me trajo a la memoria una pareja: J.D.Salinger y Joyce Maynard.

Pero supongo esta era otra historia.

Un abrazo,
Montse.

alba dijo...

Bel, me dejas en blanco sobre blanco, llena de una insólita luz y mirando al techo para ver si éste me devuelve las palabras. Y busco, sin cesar de tocar el blanco de mis deseos, en el corazón del corazón.

Y todo gracias a estas tres últimas entradas tuyas que he intentado recopilar en este comentario con todas mis emociones.

Un dulce beso.

Isabel Mercadé dijo...

Pues tu intuición, Montse, ha funcionado, como siempre, porque ella tiene que acabar huyendo asfixiadísima.
No conozco la historia de J.D. Salinger y Joyce Maynard. Ya me la contarás (soy un poco cotilla, ya ves).
Petons.

--------------------------------

Pues preciosísimo resumen, (*. Y con qué pocas palabras.
Un abrazo grande y también dulce.

Anónimo dijo...

Sí a mi también me ha encantado recordar esta película hacía un siglo que no la veía. Por cierto el tercer director no podía ser otro que Coppola Isabel, vaya un trío de ases ¿verdad?.
Y qué graciosa has estado en tu comentario, un poco marujilla, sí la verdad es que ya lo sabía, pero debo reconocer que a mí también me emocionó (me imagino que al igual que a ti y por eso has querido compartirlo conmigo), el hecho de que dos talentos de esa talla, pudieran compartir la pasión del amor como sólo una sensibilidad tan exquisita puede hacerlo.

Un abrazo

PD: Yo es que, fíjate tú que jamás he guardado más disciplina que la que me imponen mis apetitos, pero con mi blog me he propuesto seguir una firme política por la que sea la palabra la que gobierne siempre este espacio, sin dejar lugar a la imagen, que ocupa toda nuestra atención hoy.
Y lo cierto es que me está costando someterme a mi propia ley, hace ya algunos días que me viene a la memoria una escena de "Fat city" de John Huston, la primera, para mí una de las escenas de inicio más brillantes de la historia del cine. Te dejo el link, por si quieres colgarla, o al menos para que disfrutes con ella.

http://www.youtube.com/watch?v=J-lLcNqWnP8

Isabel Mercadé dijo...

Gracias, Jon, pero fíjate que no puedo recordar la historia de Coppola y la de Allen a duras penas. Por lo visto la de Scorsese me las ensombreció.
Pues si me llamas Marujilla por aquel comentario, no sé qué dirás cuando veas el título de la nueva entrada.
Por cierto, que con ella acabo de saltarme todos los propósitos de las Amapolas. Dicen que para eso se hicieron las reglas, ¿no? para romperlas.
Tienes razón, otra de las grandes. Gracias también por esto.
Un abrazo.

MGJuárez dijo...

Aps!... pues en nuestro próximo encuentro te llevo el libro de la Maynard. Ella estuvo en Barcelona hace ahora varios años, pude oir la entrevista que se le hizo... pero no sé si estará disponible en Internet. Buscaré.

Siempre que como carbassó, me viene un nudo, porque me acuerdo de ellos.

Un petonet!
Montse.

Isabel Mercadé dijo...

Moltes gràcies, bonica. Carbassó?
Ahora sí que me tienes intrigada.
Una abraçada.

Conde de Galzerán dijo...

Había visto la peli. Tres grandes. Procol, Nolte.Scorsese. Pero tengo que elegir; me quedo con los de la “blanca palidez”. Siempre que oigo la canción me suscita otra. Nights in white satin de los Moody. Vericuetos mentales de la adolescencia. Las oiría juntas.


Carbassó?...¿todavía se come eso?

Anónimo dijo...

Querido Conde:
Si vas a youtube y buscas Procol Harum, automáticamente a la derecha te ofrecen escuchar "Noches de blanco satén". El inconsciente colectivo existe.
Un abrazo enorme.

A dijo...

Recuerdo que me gustó mucho...pero la historia que más recuerdo fue la del pintor...¿por qué será?
Gracias, Bel.

Isabel Mercadé dijo...

¿Tal vez porque se la mejor?
Es también casi la única que recuerdo.
Gracias a ti, querida June.
Un gran beso.

Isabel Mercadé dijo...

¿O por lo que te/nos toca? La historia de alguien que intenta crear, en medio de todo lo demás...