Ilusión


I.M.


"Me gustaría creer que el yo es una ilusión; pero eso no impide que sea una ilusión dolorosa."

De Las partículas elementales, Michel Houellebecq

Let's do it

Porque me pone de buen humor.





But that’s why
Birds do it, bees do it,
Even educated fleas do it,
Let’s do it, let’s fall in love.

In Spain the best upper sets do it,
Lithuanians and Letts do it,
Let’s do it, let’s fall in love.

The Dutch in old Amsterdam do it,
Not to mention the Finns,
Folks in Siam do it,
Think of Siamese twins.

Some Argentines without means do it,
People say in Boston even beans do it,
Let’s do it, let’s fall in love.

Cold Cape Cod clams ‘gainst their wish do it,
Even lazy jellyfish do it,
Let’s do it, let’s fall in love.

Electric eels, I might add, do it,
Though it shocks ‘em I know,
Why ask if shads do it,
Waiter bring me shad roe.

In shallow shoals English soles do it,
Goldfish in the privacy of bowls do it,
Let’s do it, let’s fall in love.

The dragonflies in the reeds do it,
Sentimental centipedes do it,
Let’s do it, let’s fall in love.

Mosquitoes, heaven forbid, do it,
So does every katydid do it,
Let’s do it, let’s fall in love.

The most refined ladybugs do it,
When a gentleman calls,
Moths in your rugs do it,
What’s the use of mothballs?

Locusts in trees do it,
Bees do it,
Even overeducated fleas do it,
Let’s do it, let’s fall in love.

Let’s do it, let’s fall in love,
Let’s do it, let’s fall in love.

Blanca Varela

(del blog de Fernando Valls)

Blanca Varela ha muerto.


Conversación con Simone Weil

—los niños, el océano, la vida silvestre, Bach.
—el hombre es un extraño animal.

En la mayor parte del mundo
la mitad de los niños se van a la cama
hambrientos.

¿Renuncia el ángel a sus plumas, al iris,
a la gravedad y la gracia?

¿Se acabó para nosotros la esperanza de
ser mejores ahora?

La vida es de otros.
Ilusiones y yerros.
La palabra fatigada.
Ya ni te atreves a comerte un durazno.
Para algo cerré la puerta,
di la espalda
y entre la rabia y el sueño olvidé muchas
cosas.

La mitad de los niños se van a la cama
hambrientos.

—los niños, el océano, la vida silvestre, Bach.
—el hombre es un extraño animal.

Los sabios, en quienes depositamos nuestra
confianza,
nos traicionan.

—los niños se van a la cama hambrientos.
—los viejos se van a la muerte hambrientos.

El verbo no alimenta. Las cifras no sacian.

Me acuerdo. ¿Me acuerdo?
Me acuerdo mal, reconozco a tientas. Me equivoco.
Viene una niña de lejos. Doy la espalda.
Me olvido de la razón y el tiempo.

Y todo debe ser mentira
porque no estoy en el sitio de mi alma.
No me quejo de la buena manera.
La poesía me harta.
Cierro la puerta.
Orino tristemente sobre el mezquino fuego de
la gracia.

—los niños se van a la cama hambrientos.
—los viejos se van a la muerte hambrientos.

El verbo no alimenta.
Las cifras no sacian.

—el hombre es un extraño animal.

de Valses y otras falsas confesiones


De Marta Sanuy

SUPUESTOS

el deseo es un lugar que se abandona
la verdad desaparece con la luz
corre-ve-y-dile

es tan aguda la voz del deseo
que es imposible oírla
es tan callada la voz de la verdad
que es imposible oírla

calor de fuego ido
seno de estuco
vientre de piedra
ojos de agua estancada
eso eres

me arrodillo y en tu nombre
cuento los dedos de mi mano derecha
que te escribe

me aferro a ti
me desgarra tu garfio carnicero
de arriba abajo me abre como a una res
y estos dedos recién contados
te atraviesan en el aire y te tocan

y suenas suenas suenas
gran badajo
en el sagrado vacío de mi cráneo.

TAL VEZ EN PRIMAVERA

Tal vez en primavera.
Deja que pase esta sucia estación de hollín y lágrimas
hipócritas.
Hazte fuerte. Guarda miga sobre miga. Haz una fortaleza
de toda la corrupción y el dolor.
Llegado el tiempo tendrás alas y un rabo fuerte de toro o
de elefante para liquidar todas las dudas, todas las
moscas, todas las desgracias.
Baja del árbol.
Mírate en el agua. Aprende a odiarte como a ti mismo.
Eres tú. Rudo, pelado, primero en cuatro patas, luego en
dos, después en ninguna.
Arrástrate hasta el muro, escucha la música entre las
piedrecitas.
Llámalas siglos, huesos, cebollas.
Da lo mismo.
Las palabras, los nombres, no tienen importancia.
Escucha la música. Sólo la música.


NADIE SABE DE MIS COSAS
( dedicatoria)
1
a ti capaz de desaparecer
de ser atormentado por el fuego
luminoso opaco ruin divino

a ti
fantasma de cada hora
mil veces muerto recién nacido siempre
a ti capaz de hacer girar la llave
de inventar el sol en un cuarto vacío

a ti ahogado en un océano de semejanza
náufrago de cada mañana
esclavo propietario de zapatos periódicos
algunos libros
tal vez padre o hijo
guardián de resecos jardines de aves de paso

a ti
observador de la tarde
infatigable lector del reloj del sueño
de la fatiga del tedio de la esposa
a nadie sino a ti


De Fusa

A lo mejor eres tú mismo el tren que pita y se mete bajo
tierra rumbo al infierno o la estrella de chatarra que te
lleva frente a otro muro lleno de espejos y de gestos,
endiablados gestos sin dueño y tú tras ellos, solo, feliz
propietario de una boca escarlata que muge.
Pega el oído a la tierra que insiste en levantarse y respirar.
Acaríciala como si fuera carne, piel humana capaz de
conmoverte, capaz de rechazarte.
Acepta la espera que no siempre hay lugar en el caos.
Acepta la puerta cerrada, el muro cada vez más alto, el
saltito, la imagen que te saca la lengua.
No te trepes sobre los hombros de los fantasmas que es
ridículo caerse de trasero with music in your soul.


De Alfaro

Strip tease

quítate el sombrero
si lo tienes
quítate el pelo
que te abandona
quítate la piel
las tripas los ojos
y ponte un alma
si la encuentras


De Gloria

ASÍ SEA

El día queda atrás,
apenas consumido y ya inútil.
Comienza la gran luz,
todas las puertas ceden ante un hombre
dormido,
el tiempo es un árbol que no cesa de crecer.

El tiempo,
la gran puerta entreabierta,
el astro que ciega.

No es con los ojos que se ve nacer
esa gota de luz que será,
que fue un día.

Canta abeja, sin prisa,
recorre el laberinto iluminado,
de fiesta.

Respira y canta.
Donde todo se termina abre las alas.
Eres el sol,
el aguijón del alba,
el mar que besa las montañas,
la claridad total,
el sueño.


De Magda Díaz Morales

Del libro: El falso teclado

Dama de blanco

el poema es mi cuerpo
esto la poesía
la carne fatigada el sueño
el sol atravesando desiertos

los extremos del alma se tocan
y te recuerdo Dickinson
precioso suave fantasma
errando tiempo y distancia

en la boca del otro habitas
caes al aire
eres el aire que golpea
con invisible sal mi frente
los extremos del alma se tocan
se cierran
se oye girar la tierra
ese ruido sin luz
arena ciega
golpeándonos

así será ojos que fueron boca que decía
manos que se abren y se cierran vacías

distante en tu ventana
ves al viento pasar
te ves pasar el rostro en llamas
póstuma estrella de verano
y caes hecha pájaro hecha nieve
en la fuente en la tierra
en el olvido

y vuelves
con falso nombre de mujer
con tu ropa de invierno
con tu blanca ropa de invierno
enlutado.


De (*

CANTO VILLANO

y de pronto la vida
en mi plato de pobre
un magro trozo de celeste cerdo
aquí en mi plato

observarme
observarte
o matar una mosca sin malicia
aniquilar la luz
o hacerla

hacerla
como quien abre los ojos y elige
un cielo rebosante
en el plato vacío

rubens cebollas lágrimas
más rubens más cebollas
más lágrimas

tantas historias
negros indigeribles milagros
y la estrella de oriente

emparedada
y el hueso del amor
tan roído y tan duro
brillando en otro plato

este hambre propio
existe
es la gana del alma
que es el cuerpo

es la rosa de grasa
que envejece
en su cielo de carne

mea culpa ojo turbio
mea culpa negro bocado
mea culpa divina náusea

no hay otro aquí
en este plato vacío
sino yo
devorando mis ojos
y los tuyos

Cosecha de ángeles y Palabras como rosas


Fue Joaquín Aguirre, editor de la revista digital de literatura Espéculo y buen amigo, quien me la descubrió y, no sólo eso, también tuvo la generosidad de regalarme un ejemplar de la antología La cules îngeri (Cosecha de ángeles), preciosa edición bilingüe, en estos momentos agotada.

Sería absurdo hacer aquí una reseña de esta poeta rumana nacida en Timisoara en 1942, autora también de diversos ensayos:

"El objetivo de la poesía se ha convertido en salvar el silencio, recuperar la capacidad de callar. (...) En cada verso escrito, el poeta pone en peligro la propia poesía escondida, la perfección que presupone. "

De La poesía entre el silencio y el pecado, en Horror a la literatura, Ana Blandiana

teniendo a nuestro alcance el espléndido artículo que, con el título Ana Blandiana: una poética de la humildad, nos ofrece el mismo J. Aguirre en el último número de la revista.

Señalar, sin embargo, lo que a mí más me ha llamado la atención: ciertas imágenes que con frecuencia me rondan y sobre las que alguna vez he intentado escribir o quisiera poder escribir, desde los ángeles, a la sombra, pasando por la luz y la carne, el aire o las palabras y el silencio.

Dos pequeñas muestras:

Un animal cegador

También la luz es carne.
Si la arrancas, se rompe
y sangra.
¿No habéis visto nunca
un haz de luz
que, arrojado a un lado del cielo,
empieza a pudrirse?
¿O nunca habéis sentido
el olor a sangre
de un arroyo que discurre despacio,
de un rayo de sol
dispuesto a calmarse
de piedra en piedra?
¿Y no os habéis parado a pensar
en el olor divino,
consumado allí,
en el corazón de la luz,
donde un animal cegador
herido en la eternidad
nos mantiene a todos
con vida?

A mi sombra le da miedo

A mi sombra le dan miedo
las sombras de los árboles
mucho más que a mí los árboles.
Los árboles no se atreven
a atacarme.
Pero, detrás de mí,
siempre se oye
una salvaje refriega
de sombras.
(...)

Y una dedicatoria:

El país de los padres

El pelo me llegaba hasta el suelo
y los treinta años
me parecían una edad tan lejana
que creía imposible
cumplirlos algún día.
Llena de crueldad me deslizaba
desde la tierra de mis padres
hacia un mundo aún por inventar.
(...)

Antonio Castellón tuvo la gentileza de entregarme hace unos días el premio Palabras como rosas. Muchas gracias, Antonio, y espero me disculpes que, en lugar de la foto oficial, utilice ésta tomada hace una semana de un pequeño rosal florecido en febrero. Creo que se trata de una especie llamada "Para ti" que yo quisiera ofrecer a Gloria, Fusa y (*, a quienes el pelo todavía les llega hasta el suelo, por haberme dado el privilegio de su amistad, a Little pain y a Vanessa cuyo pelo, incluso recogido, se arrastra metros y metros tras ellas, por honrarme con sus visitas a este blog y a Inuit y Marisa porque todavía no había tenido ocasión de mostrarles cuánto agradezco su amistad y porque comprenderán, seguro, el resto del poema.

(...)
Ni siquiera hoy en día el mundo se ha inventado.
Ya no tengo el pelo tan largo,
los treinta sólo son un avituallamiento en el camino,
¡lo que daría por volver a la tierra de mis padres!
Pero a la tierra de los padres
siempre se llega tarde.
Sólo cuando ya todo está desierto.
Y sólo bajo la luz de la luna
se reúnen
bajo los castaños talados
sombras de padres condenados
y madres de treinta años
que peinan
a sus hijas de pelo largo,
tan largo que llega hasta el suelo.

Y, sobre todo, porque todas ellas, y todos vosotros, lucháis por que las rosas florezcan como palabras.