Dignidad



Autorretrato
Alice Neel 1900-1984

Pero algunas no abandonan la partida.

31 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

Los años dejan su huella. Cuerpos que son parte de la vida que ha vivido mucho. ¿Por qué sólo se estima la piel tersa?
Me encantó el título que pusiste, Bel: "Dignidad".
Un hermoso cuadro donde Alice inquiere con su mirada y nos desafía en su desnudez veterana.

giovanni dijo...

Perdon por fijarme en la edad de la pintora, instigado por mi comentario al post anterior, pero 84 años siempre me han parecido una buena edad para morir... Pero de eso no se trata, se trata de que ella es viva (!) y se ve. Cómo se hubiera visto, además de modelo?

Besos de un viejo (según los criterios del tiempo de Cleopatra y aun según la edad del pensionado en Francia, incluso la nueva edad propuesta)

mariajesusparadela dijo...

Con esa mirada, la dignidad está garantizada.

José Antonio Fernández dijo...

Siempre hay que vivir así, con dignidad. Cuando se pierde ya es para pensarselo.
Bonito cuadro.
Un abrazo.

Marisa Peña dijo...

Sabes que es un tema que me cala.La dignidad, el derecho a envejecer, a morir, a vivir dignamente.Yo viví con una que no abandonó la partida hasta el final.Por ella, por las que vendrán.
Un beso enorme querida bel

Isabel Mercadé dijo...

Es una convención, Isabel y una perversión cultural de las inclinaciones naturales. Recuerdo que de pequeña me gustaban todos los cuerpos y todas las pieles, todos me parecían una maravilla, cada uno tan distinto...
tal vez por eso ella, como tan atinadamente señalas, inquiere y desafía.
Un gran abrazo.

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Giovanni querido:

Qué coquetería la tuya, sabes perfectamente que ni lo eres ni lo pareces...
(pues en España era 65 y ahora plantean ponerla en 67, ¿recuerdas cuando pronostiqué que no estaríamos tan lejos de los griegos?)
Efectivamente está mirándose/nos y mostrándose/nos llena de vida.

Un beso grande.

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¿Verdad que sí, Mª Jesús?

Como ya dice Isabel, inquisitiva, desafiante y, como añade Giovanni, llena de vida.

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Isabel Mercadé dijo...


Efectivamente,José Antonio, pero qué difícil nos lo ponen a veces, tantos humillados y ofendidos...
Un abrazo para ti.

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Lo sé, Marisa, sé perfectamente de quién me hablas, y estoy segura de que tú también serás una de ellas. Es lo que aquella mujer valerosa deseaba.

Un gran beso.

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virgi dijo...

Como no conocía a esta pintora, fui a buscar datos sobre ella. Llevo un rato leyendo y viendo. Me gusta el expresionismo abstracto americano, pero no sabía nada de ella. Me parece una mujer impresionante.
(siempre se queda uno con los más importantes...¡ay!)
Montón de gracias,me has hecho aprender mucho. Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Una de las trampas más feroces que nos plantea a diario la vida es la elección entre mantener o perder la dignidad. Es duro ganarla en lo cotidiano, pero es inmensa la recompensa.

Isabel Mercadé dijo...


Me alegro mucho, Virgi.

¿Verdad que es fascinante, ella y su obra? Te confesaré que tampoco yo la conocía, me apareció en una web sobre mujeres pintoras haciendo una búsqueda de otras artistas y me atrapó en seguida.
Gracias a ti.

Un beso.

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Pues sí, Luis, si no cada día, sí en momentos claves y la elección de la dignidad suele colocar en un lugar socialmente oscuro, es uno de sus precios, pero, efectivamente, compensa y recompensa.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Dice Álvaro Pombo que las cosas se hacen por dignidad, "los animales actúan por dignidad, de lo contrario ¿por qué luchamos?" Este autoretrato es perfecto, estoy intentando hacer memoria a ver si recuerdo algún autoretrato de un pintor desnudo de cuerpo entero... alguien recuerda alguno?
Me ocurre como a tí, Bel M, recuerdo de niña las manos ancianas... me fascinaban, y creo que me siguen fascinando.
Gracias por esta belleza tan natural*

Belnu dijo...

Es un retrato genial, aunque sea despiadado! Porque está lleno de un humor... ese sillón de orejas rayado, tan alegre y vital, y la expresión de su cara inteligente... Qué osada y valiente! No la conocía, gracias por ponerla!!!

Fco dijo...

La amor a uno mismo se demuestra cuando te aceptas, alegremente, de buen grado, con tus limitaciones.

Entonces manifiestas la dignidad a la que tienes derecho -y atraerás, pero siempre será con independecia de los criterios ajenos.

Besos, Bel.

Diana H. dijo...

Me encantan estas obras que has elegido, Bel.
Si llegada esa edad no puedo ya producir un autorretrato, sería feliz con sólo poder mirarme y mirar a los otros como lo hace ella.
Un beso.

Isabel Mercadé dijo...


Querida Eva:

Si no recuerdo mal, uno de mis favoritos, Lucien Freud, tiene un autorretrato también desnudo, naturalmente, con menos concesiones todavía de las que se permite Alice Neel.

No sé, no sé yo si la dignidad es tan instintiva... ojalá.

Un abrazo.

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Tienes razón, Bel, está lleno de humor, además de desafío, pero a mí no me parece despiadado. Me parece simplemente que ella nos dice "mirad, esto soy yo, y pinto, ¿algo que objetar?..."
Y aí, gracias por esos precisos adjetivos, "osada y valiente".

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Isabel Mercadé dijo...


Fran:
Me encanta el adverbio que le añades "alegremente" que es muy muy diferente de simplemente aceptarse.

Como dice Belnu, ella era osada, sí, para prescindir, como bien dices, del criterio de los otros.

Un beso.

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Diana:

O mucho me equivoco, o me da a mí que ese viaje que te debías va a ser muy largo y que sí, seguro, podremos leer ese autorretrato. A mí me encantaría.

Otro beso para ti.

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Antonio Martín Bardán dijo...

Valiente y auténtica la señora Alice Neel.
Al fin y al cabo no estaba mostrando la vejez de su cuerpo, ni la decadencia del paso del tiempo, sino el brillo de dignidad que aún tenía. ¿No es ese el mejor de los tesoros? ¿conservar la mente lúcida y orgullosa a pesar de los años?

¡Bien por Alice! ¡y bien por ti, Bel, por mostrárnosla! Gracias.

Es una forma de mirar al tiempo con ironía, desafío y un poco de burla, como diciendo: ¿qué? ¿qué pasa? ¿creías que me ibas a vencer?
Algo así.

Un abrazo, Bel M.

Isabel Mercadé dijo...


Sí, Antonio, primero tenerlo, luchar por ello, por ese orgullo y lucidez y después, conservarlos. Ella es todo un ejemplo y, como apuntaba Belnu, además ese humor...

¿Sigues siendo feliz? Espero que sí.

Un abrazo enorme.

Fackel dijo...

Recomiendo pasarse por la obra de Lucien Freud. Calidez canónica. Visualizarse a través de ella hasta el fondo de la retina. Suspirar la vida entonces. Deleitarse en haber llegado lejos. Contemplar más allá de la dignidad. O que este concepto no sea simplemente un recurso de supervivencia. Aceptación. Amor.

Isabel Mercadé dijo...

Hola, Fackel, sé muy bienvenido y gracias por la sugerencia.

Si lees mi respuesta a Eva, verás que justamente le menciono a Lucien Freud como obra ejemplar en el sentido que tan bien relatas. Pero fíjate en las etiquetas "ellas pintan". Hay aquí otra intención, la de acercarse a otras miradas que han sido menos miradas, cuando no opacadas.

Me encanta tu conclusión, aceptación, amor.

Un abrazo.

Belnu dijo...

Bueno, tal vez despiadado no sea la palabra, sino más bien realista!

Antonio Martín Bardán dijo...

Sí, Bel, sigo siendo feliz.
Gracias por preguntar.

Un abrazo.

Mertxe dijo...

Me quedo extasiada ante el autorretrato y sólo se me ocurre que esas carnes desmoronadas son otra forma de plenitud: la que procura el haber vivido tanto.

No la conocía, pero acabo de hacer otra de las mías: leerme su historia y... jolines y mecachis...

Isabel Mercadé dijo...


Qué envidia, Antonio, no sé si sana o de la otra, aunque a ti, ¿qué más te da? Tú a lo tuyo :)

Otro abrazo.

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Mertxe,

Qué historia ha construido esa plenitud de carnes desmoronadas (me encanta cómo lo dices) ¿verdad? cada uno de esos minutos ahí dibujados...

Buena noche de San Juan.

silvia zappia dijo...

qué importa la mirada de los otros,verdad?

besos*

Clarice Baricco dijo...

Confieso que no estoy preparada para llegar a esa escena. No me gustaría llegar.


Abrazos muchos.

Isabel Mercadé dijo...


Ésa es la pregunta, Rayuela. ¿Qué crees tú?
Yo te agradezco mucho que hayas venido a mirarme.

Un beso.

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Querida Clarice:

No sé qué pensar de esa frase "no me gustaría llegar". ¡A mi sí, Graciela, aunque no esté preparada y espero que podamos reírnos juntas!

¿Qué tal un compromiso para cuando llegue? Voy a pensar algo que proponerte.

Muchos besos.

A dijo...

Inmensa. Hermosa e inmensa.

Isabel Mercadé dijo...

Me alegro de que te haya gustado, Amelia.

ángel dijo...

Fantástico autorretrato. La dignidad en su esplendor.

Isabel Mercadé dijo...

Exacto, Ángel. Sabía que tú sabrías verlo: el esplendor.