Más sobre espejos


I.M.

Abstraerte de todo y concentrarte en las líneas y volúmenes de un cuerpo. Recuerdas cómo de hermosos te parecían de niña, todavía no contaminada tu percepción por los diversos cánones, todos los cuerpos, cómo eran de maravillosas todas las pieles, con sus rugosidades, sus luces y sombras.
Y sientes una inmensa gratitud por la generosidad del modelo, que te permite que lo observes durante una, dos, tres horas ... y una enorme compasión por el género humano, ahí, desnudo, tan vulnerable.

















I.M.

50 comentarios:

ybris dijo...

Tienes mucha razón, Bel.
Hay que volver a la niñez para percibir de un cuerpo la espontaneidad de su desnudez mas que la invasión de un canon de belleza.
Eso siento yo cuando mi nieta pequeña me mira sin parpadear desde el primer año de su vida recién cumplido.

Besos.

Isabel Mercadé dijo...

Seguro, Ybris, que para ella eres la octava maravilla del mundo. Aunque para nosotros también, por otros motivos que más tarde aprenderá.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

"Res no és mesquí,
perquè la cançó canta en cada bri de cosa."
Records.

Isabel Mercadé dijo...

Res no era mesquí a aquella casa del turó, Griso.
Sí, records.

Mertxe dijo...

Tan vulnerable... Sí, ésa es la palabra que mejor nos define al final de todas las historias. En estos días tengo entre las manos otras formas, suaves, casi translúcidas, empequeñecidas por el tiempo, gastadas por los sueños. Mi aita ha cumplido 93 años; su cabeza, a pesar de alguna bruma que otra, aún es un cielo despejado, por eso sé que sufre cuando se desnuda para que lo bañe y lo afeite y lo peine y lo vista. Sufre, no dice nada, se deja hacer, se me entrega como un niño bueno; sabe que depende de mis manos, de mis ojos, en gran medida de mis oídos, y sufre y no dice nada, pero intuye mi compasión y, seguramente, la que tendrán algún día, con un poco de suerte, por mí.

Buenos días, Bel.

Isabel Mercadé dijo...

Mertxe:

Me quedo con "al final de todas las historias" "compasión" "con un poco de suerte, por mí". Y creo que tu aita, a pesar de todo, tiene mucha, mucha suerte.

Musu bat, preciosa.

Marisa Peña dijo...

Vulnerables, bel...Somos tan vulneables en nuestra desnudez y en nuestras manos vacías expuestas al frío del mundo. En fin que el tiempo se apiade de nosotros y el amor nos envuelva como abrigo . Mil besos.
(pronto tendrás un "regalo", aunque no sé lo que tardaré en rematarlo, je, je)

MGJuárez dijo...

Hace ya algunas horas todo era silencio. Un confortable silencio. Dibujo y texto eran un mismo cuadro. Decir nada parecía un sacrilegio, una voz extrema en una sala amplia. Era "manchar" el cuadro con palabras, con voces. Ahora, ya puedo hablar, ya me permito decir sobre esta joven, de ojos fijos, de infinita paciencia, de labios carnosos, de admirable entrega como modelo, sin artificio, y sobre el artista que nos deja lo que la modelo ni sabe tiene: una recuerdo atrapado en la memoria.

Hace horas, las mismas de la visión del cuadro, que leí esto:

Todos los niños, alguna vez, y cogidos de la mano, van a los bosques a quedarse huérfanos.
Djuna Barnes

¿Vulnerables? si; pero no nos protejamos excesivamente. Perderiamos el amor que sabemos dar.

Un abrazo Bel,
Montse.

Isabel Mercadé dijo...

Sí, Marisa, buenos deseos, "que el tiempo se apiade de nosotros y que el amor nos envuelva como abrigo" y compartidos.

Un abrazo envolvente.

(Ya me tienes intrigadísima.)

Isabel Mercadé dijo...

Montse:
Ya me habías dicho algo muy similar en otro idioma. Era preciós. Es precioso. Y sabes que el silencio, el tuyo, también lo es.
La de años que hace que leí "El bosque de la noche". Sin embargo, es tan poderosa, que aún algunas de sus imágenes merodean por mi memoria.
Tu cita no podía ser más oportuna. Sí, como esos niños.
"los Pájaros, invisibles, son sólo un recuerdo en la memoria"
Djuna Barnes, "El almanaque de las mujeres".
Una forta forta abraçada.

mjromero dijo...

Cualquier desnudez es hermosa y vulnerable, por eso nos vamos arropando, y no hablo sólo de la desnudez física, la otra es aún más vulnerable , por eso yo debo de ser capeada como una cebolla,
uf, lo que se me acaba de ocurrir, y lo que me da pie a pensar.

Me gusta este cambio que le vas dando a tu campo de amapolas.
Besos.

Magda Díaz Morales dijo...

Siempre he pensado en la vulnerabilidad humana, Bel, y dentro de esa vulnerabilidad existe una enorma fuerza que brota, quien sabe de dónde, cuando es necesario.

Cuando se es niño es muy cierto, la percepción es totalmente diferente. Está abierta al mundo, no cerrada por tantas cosas...

Un abrazo para ti.

Marisa Peña dijo...

Pasate por mis papeles y allí encontrarás un pequeño regalo de palabras para ti, por todo...(no tiene más vuelta de "amapola")Besos

alittlepainagain dijo...

volver a la ninez me hace recordar la inocencia de entonces.Eso dibujos son un arte muy singular, y hermoso, creo yo ;) Según mi parecer, cada uno, en cada dibujo o letra dejamos un trozo nuestro en el. Es un arte personal. Bueno ahí va mi opinión. Besos.

Isabel Mercadé dijo...

Alfaro:
Me encantan las cebollas. Las encuentro simpáticas y misteriosas y adoro su olor.
Un beso.

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Magda:
Totalmente cierto ese otro lado. Vulnerabilidad y fuerza. El ser humano podría ser maravilloso.
Un gran abrazo para ti.

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Igual que tú, littlepain, que vas dejando y recuperando pedacitos en cada letra.
Creo que ya te lo dije, pero por si acaso, lo mejor para ti en este 2009 que ya nos ha pillado de lleno.

alba dijo...

Más allá de la lámina de cristal que nos refleja, existe un espejo en nuestra mirada sin el que de nada servirían todos los demás. No hay espejo más espejo que nuestros ojos, que nos permiten ver el mundo de una u otra forma. Ahora maravilloso, ahora vulnerable, ahora maravilloso y vulnerable a un mismo tiempo.
Y no sé qué más decir, Bel, porque esta entrada me ha hecho sentirme tan delicada que tengo la sensación de que, si sigo escribiendo, me fragmentaré.

Un dulce beso.

Isabel Mercadé dijo...

Uno enorme para ti, delicada luz que no se agota.

Clarice Baricco dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Clarice Baricco dijo...

El segundo dibujo me proyecta una espera relajada pero también una ternura acumulada. Su corazón y ese rostro que no se ve, es el que guarda el espejo.
El primer dibujo, me provoca una mirada de preguntas y las respuestas la tiene el espejo.
No, no puedo ser tan atrevida para comentar la belleza de los dibujos. Debo sentirlos inmensamente y ya.
Admiro tus manos Bel.

Graciela.

Roberto dijo...

Así deberíamos contemplarnos todos de vez en cuando, desnudos, para darnos cuentas de lo vulnerables que somos todos, y que siempre necesitas a los demás. Tenemos que dejar la arrogancia y la prepotencia a una lado de una maldita vez...

me gustó mucho...

un beso

antonio manuel fernandez morala dijo...

De este modo es cuando el ser humano no necesita espejos; un@ se mira en su propia humanidad; en el espejo del alma;me ha gustado mucho esta imagen Isabel; abrazos y saludos. Toño Morala.

entrenomadas dijo...

Si supieras la rara relación que tengo yo con todo lo que hace espejo.
Uyyyy, no sabes cuánto me inquieta.
Tu texto al contrario me ha relajado, me ha puesto en mi sitio.

Besos y AUGURI!!!


Marta

carmen jiménez dijo...

Para todo parece haber un cánon. Por desgracia y a pesar de la desgracia, el cuerpo no es la única desnudez a la que nos exponemos con los años. Nunca somos lo suficientemente guapos, lo suficientemente buenos, lo suficientemente listos, lo suficientemente mejores que otros. Espero que algún día, seamos lo suficientemente compasivos y generosos con nosotros mismos.
Hacía tiempo que tenía pendiente oler tus amapolas, y hoy, nuestra querida Marisa me ha recordardo tu aroma.
Un placer Bel.

Isabel Mercadé dijo...

Graciela querida:
Que me digas tú eso, sabiendo como sé todo lo que significan las manos para ti, es el más emocionante piropo. Pero en cuanto a esto, dibujar, no tengo ninguna pretensión. Quizá por eso me hace tan feliz. Lo otro, que hemos hablado tantas veces, ya es harina de otro costal.
Besos enormes, incluido uno para Movie.

Isabel Mercadé dijo...

Roberto:
Gracias por tu visita. Sí, si fuera fácil...vengo de tu casa. Todo lo demás que quería decirte está allí.
Un gran abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Querido Toño:
Ir siguiendo tus pasos a través de la red es toda una aventura. Felicidades y gracias por tus cariñosas palabras.
Un abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Marta:
Me encantaría que me contaras más de esas inquietudes. Me alegro, de todos modos, de que asegures que mis palabras serenan. Alguien más me lo ha dicho y me sorprende ¡Si supiérais vosotros la tormenta que hay normalmente dentro! Claro, los espejos son poliédricos y éstos muestran sólo una de las caras.
Un beso para ti.

Isabel Mercadé dijo...

Querida Carmen:
Gracias por tu nueva visita. El placer ha sido mío, sobre todo el que ha supuesto visitarte de nuevo y encontrar ese hermosas palabras cuando no hay palabras.
Un gran abrazo.

Conde de Galzerán dijo...

Discrepando, Bel. Hace unos pocos días dejé de ser niño, y algunos cuerpos me siguen gustando igual que entonces. Algunos otros, jamás me han agradado. Soy de los que creen que las figuras hablan, emiten emociones y te cuentan cosas; cada una a su modo y belleza particular. Hay otras que nunca me dicen nada. Eso me ocurre también con los rostros. Hay cuerpos que transmiten fragilidad, otros parecen invictos e irrompibles. El universo de los talles y torsos humanos se fragua en otro de naturaleza casi verbal. Otros me parecen mudos.

Va a ser que no eres mi Rita, hoy. Un besazo.

Inuit dijo...

¡Qué bien dibuja usted señora a
Amapola!
Leí en una revista electrónica su ensayo sobre Clarice y la vi en fotografía. Muy bella usted en todos los ámbitos que nos muestra.
Unos inuits grandes como su sapiencia académica, la otra, es tan inmensa que se me antoja infinita.

Isabel Mercadé dijo...

Querido Conde:

No sé si realmente discrepamos. Me da la impresión más bien de que hablamos de distintas lecturas de los cuerpos. Y me ha gustado mucho la suya.

Bueno, ya se sabe, no siempre se puede ser Rita, pero volveremos a encontrarnos.

Otro muy grande para usted.

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Inuit querida:

En estos momentos estaría más roja del que ya es mi color habitual, si no hubiera leído primero el comentario de la última entrada en el que volvemos a ser cómplices.

(Que quede el secreto -más o menos- entre nosotras).

Sobre esa otra sapiencia, la del intento de aproximación a la propia vulnerabilidad y la ajena, tengo que decirle que me supera usted en mucho.

Abrazos, intento, grandes como sus auroras.

gloria dijo...

Para mí la sensación que describes de dibujar es muy parecida a la de escribir, y supongo que es porque en el fondo ambas formas de expresión son muy similares. Yo hoy desnuda y vulnerable ante tus letras, versos y dibujos, te digo queridísima Bel que no te imaginas cuánto aprendo de ti y no puedo más que darte las gracias por ello.
Un abrazo

g

Isabel Mercadé dijo...

Eres un sol, Gloria, y dudo que con las cuatro cosas que dejo deslavazadas por ahí puedas aprender mucho, tú, que te manejas tan bien con la palabra.
Un besazo.

ZenyZero dijo...

Por algo está separada la cabeza del cuerpo, porque si el cuerpo pensara, nos creeríamos más de lo que somos.
Espejos, también distancias. Para observarnos tal como somos. Aunque sea mentira.

Un abrazo
Chuff!!

ZenyZero dijo...

Vaya, iba a ser yo el vigesimotercero y dejarte el 23 pegado. Soy malo. Pero ya veo que me lo permites...

También me gustan a mí los dos patitos.

Un abrazo
Chuff!!

Isabel Mercadé dijo...

Zeny, Zeny:
Me ha alegrado encontrarte inesperadamente por aquí.
Un abrazo.

Abrazo Terapia dijo...

Buen blog! quieres promocionarlo? ayudanos y te ayudaremos XP prueba a poner tu pagina en nuestro ranking http://topsitiosweb.webcindario.com/

Anónimo dijo...

No hay nada comparable a la sensación de dibujar un desnudo, a través de él es mucho más facil llegar a ver el alma y mientras lo haces, ocurre lo mismo que cuando llegas a una cumbre y miras hacia el valle; te das cuenta al mismo tiempo, de la grandeza y la fragilidad del ser humano.
Sólo el desnudo en un dibujo...perdura inalterablemente
Un saludo

Isabel Mercadé dijo...

Abrazo terapia:
Gracias por tu visita y tu amable oferta.
Un saludo.

Isabel Mercadé dijo...

Sí, tienes razón, Mistral, no sólo fragilidad, también grandeza.
Muchas gracias por tu visita.
Un cálido saludo.

A dijo...

El Bosque de la noche, para mi es la mejor novela de Djuna Barnes...me habéis tocado la fibra sensible, amigas Bel y Montse.
Es curioso, de niña, estoy segura, nunca percibí esa vulnerabilidad en los cuerpos, en realidad, no me interesaban demasiado...
Mucho más tarde, la cosa cambió. Lo recuerdo perfectamente porque tenía un compañerito de pintura que era un excelente dibujante, no un buen pintor, yo diría que era un extraordinario dibujante sin idea del color, y no dejaba de sorprenderme porque exclusivamente dibujaba desnudos, por cierto, maravillosos desnudos. En cambio yo pintaba contextos donde el ser humano, aunque fuese central, no poseía esa precisión física o corporal demoledora. Viendo sus dibujos siempre le decía que sería incapaz de hacerlo como él porque mi atención iba en otra dirección, por el contrario, a él le sucedía lo mismo con respecto a lo que yo hacía. Es curioso, los recuerdos que has desencadenado con tu escrito.
Nunca más supe de él directamente, sólo que consiguió vivir de la profesión, que ya es mucho.
Esto va de confesiones...
Muchísimas gracias, Bel.

Isabel Mercadé dijo...

Mi querida June:
¿Hay algún blog que no vaya de confesiones? De las directas a las más oblicuas, qué gran invento éste.
Me alegro de haber desencadenado estos, me parece, dulces recuerdos.
Djuna Barnes, sí, cómo no sucumbir a su hechizo.
Un gran abrazo.

Nómada planetario dijo...

Para un dibujante nefasto, como el que suscribe, por muchas horas que dedicara poco iba a sacar en claro con lápiz y papel. Tal vez por eso me decanté por la fotografía.
Saludos.

Anónimo dijo...

Bello...Un placer descubrir su espacio. Saludos...

Isabel Mercadé dijo...

Tampoco la fotografía es nada fácil, Nómada. Lo que pasa es que tú tienes talento para ello.
Muchas gracias por tu visita.
Un cordial saludo de bienvenida y que te vayan muy bien los exámenes.

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El placer ha sido encontrarte aquí, Jon. Muchas gracias por tus cálidas palabras.
Un afectuoso saludo.

Anónimo dijo...

Agradecerte tu visita, has sido un honor..
Saludos

Anónimo dijo...

Gracias a ti, Mistral, por tus generosas palabras.

Jen dijo...

ufff¡¡¡¡ el cuerpo desnudo maravillosamente vulnerable en todas su diversidad...pero
en estos tiempos si es verdad contaminada la percepción del cuerpo...

un gusto leerte¡¡¡
cariños

Isabel Mercadé dijo...

Muchas gracias, Jen, por tu visita y tus cálidas palabras.
Un abrazo.

Goliardo dijo...

¡Cuánta belleza hay siempre en la desnudez, aún cuando se nos ven también las cicatrices! Quizás en esa indefensión seamos más puros. En verdad, nos regalas una hermosa reflexión, a la que le debía un comentario desde hace tiempo. Un gran abrazo.