Por qué huyo de mí 2

44 comentarios:

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

... ...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazon
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG




CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesia ...


AFECTUOSAMENTE
AMAPOLAS EN ORTUBRE




jose
ramon...

Isabel Mercadé dijo...

Pues sé bienvenido, José Ramón, y gracias. Es un placer.

Jenn Díaz dijo...

Diría que por esos motivos
por los que tú huyes de ti
yo voy en tu búsqueda.
Por palabras como
madreselvas y almendros
yo me desplazo ignorante
por el tiempo y el espacio
sin apenas moverme,
por palabras vedadas
como perros y alambradas
que esconden el miedo
y la venganza.
Y sin embargo
tú estás huyendo de ti
sin moverte demasiado
dejándote alcanzar
por palabras prohibidas
y yo por ellas
vengo a tu encuentro.

(He venido todo lo rápido que he podido por si también desaparece. No quería perderme tu poema. Y he hecho bien. No se me ocurría que se pudieran prohibir palabras como madreselvas y almendros. Conozco las palabras tabú: cáncer, muerto, puta, asesinato. En cambio, madreselvas y almendros... me ha gustado mucho, Bel. Aunque tenga algo oscuro que no sea del todo agradable, si te hablo de literatura y no de persona que hay tras las palabras, te digo que es brillante, que me encanta. Y que espero más: pacientemente.)

Una abraçada gran

Isabel Mercadé dijo...

Querida Fusa:
A la espera de algo luminoso (para la escritura, el día que nos conozcamos que... cuándo será, será... verás que soy alegre y bromista) tengo que apechugar con estas imágenes que me acechan o huír.
Gracias, Fusa.
¡Me ha gustado muchísimo tu mensaje/poema! Pequeña gran Fusa, tú si que haces con ellas (las palabras) lo que se te antoja y ellas te obedecen no sólo sin dudarlo, sino incluso con gratitud.

Una abraçada i bona nit.

Jenn Díaz dijo...

Cuando conocí a G. (¡hace ya un año!) pensé lo mismo: verás cuando descubra quién soy, verás cuando se entere de que no soy tan así, tan de adentro, tan todo el rato por las profundidades, nostálgica y melancólica, sí, pero sin que se note demasiado, verás cuando empiece a reír y a bromear, que no me va a reconocer.
Y sin embargo no pasó. Yo la tuve enfrente y sabía quién era. Y ella lo mismo conmigo.
Ni siquiera me hacía falta tu nombre para saberte.
(Que sea pronto, ¿no? A veces me descubro pensando en eso, imaginando el encuentro.)
Moltes gràcies per això que dius.
Una abraçada més gran encara i bonita nit.

Jenn Díaz dijo...

¡Jajajajajaja! Bonita nit no volia dir. Bona nit, és clar.

(* dijo...

Es como si estas palabras, como a veces lo son también todas las huidas, fueran ásperas, Bel. Si pudiese tocarlas serían así, como si rozara una lija pero no me desagradara, todo lo contrario, como si me gustase su textura. Como si hundieras la mano en la tierra seca. Así he leído este poema. Y me emociona.

Un abrazo enorme.

Un abrazo enorme

virgi dijo...

Pues para ti escribo: manantial, iris, floresta, musgo, arroró, corteza, trigo, brisa...
Los perros y las alambradas nada pueden con ellas.
Un abrazo, Bel, siempre un placer leerte

PÁJARO DE CHINA dijo...

Invertiste el movimiento habitual, Bel, con elementos inusuales. Las madreselvas y los almendros y las luces en la noche no se hacen presentes a menudo y, cuando lo hacen, es para que uno los alcance, los acaricie y se calme. Acá no pueden tocarse. Acá se ve la alambrada y se ve el perro que hay que sortear para llegar hasta ellos (¿estaríamos escribiendo a la misma hora, sería el mismo perro?). Cada día me convenzo más de que, como me dijera una vez Stalker, la mejor poesía está en los blogs. En algunos blogs, como éste. Que tu mano siga empujando el lápiz, Bel. Yo la espero.

ALE. dijo...

Para encontrarte.El poema es delicioso.

Besos!!

ybris dijo...

Palabras sencillas que uno descubre prohibidas por perros y alambradas.
Dices bien. El miedo acecha y nos limita.
Quizás decirlo en la belleza inefable de un poema así sea el grito con que induces a la rebelión o a la conciencia a quien te lee.

Me ha encantado.

Besos.

Mertxe dijo...

Duro... Así lo percibo, muy duro, con un gran dolor (esto es como sillón del psiquiatra)antiguo, un dolor que trasciende al poeta, quizás el dolor de vivir, el dolor como cansancio ancestral.

Otro paréntesis: (que no se me haga mucho caso, tengo el iris algo apagado...).

Marisa Peña dijo...

Yo sé muy bien lo que es vivir en una fase de miedos, de perros y alambradas.De puertas cerradas de dudas...Cuántas bellas palabras que no sirven, no sirven, no recogen la pena, ni la rabia, ni el asco, ni el dolor...Ay Bel, qué duro está siendo octubre.Un besazo

Isabel Mercadé dijo...

Bonita también, Fusa, bonita tarde y noche y vida.
Un beso.

Isabel Mercadé dijo...

Querida (*:
Tu comentario es otro poema y te doy infinitas gracias. "Como gustar el tacto del papel de lija". Qué otro piropo se puede pedir para las palabras de una.

Besos y abrazos también por partida doble.

Isabel Mercadé dijo...

Gracias, Virgi, y gracias también por todas esas palabras, así casi me atrevo: fuente, luz, aletear, música, te diría.
Un beso.

Isabel Mercadé dijo...

Te agradezco de corazón tus consideraciones Mariel. Pues el poema está escrito hace más de un año. Ahora me acercaré al tuyo, sin temor, seguro.
Creo que Stalker lo decía por ti, pero gracias igualmente.
Un abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Anque rasposo...
Un beso, Ale, y gracias.

Isabel Mercadé dijo...

Caballero Ybris:

El corazón me da un salto de alegría cada vez que incrédulamente veo aquí tu nombre, pero esta vez el salto ha sido triple, casi mortal, al leer tus generosas consideraciones.

Mil gracias. Abrazo desmesurado ;-)

Isabel Mercadé dijo...

Me encanta que hayas visto el sillón del psiquiatra (aunque prefiero el diván...) porque sí, ahí quería llegar, a ese lugar recóndito donde se oculta eso, para, después, seguir viviendo y soñando... así que te hago caso, mucho caso, y sé que tu iris se iluminará, seguro.
Un abrazo enorme, Mertxe, a ti y a tu mirada.

Isabel Mercadé dijo...

Marisa, querida,
como le decía a Mariel, el poema hace más de un año que está escrito, pero egoístamente me agrada que te identifiques, significa que él le habla a alguien.
Poema aparte, si quieres hablarme de este octubre, ya sabes dónde estoy.
Besos mil.

silvia zappia dijo...

digo madreselvas
y
jazmines
digo violetas
y
naranjos
limoneros
naranjos
magnolias
estrellas
casa y camino
los perros
y las
alambradas
les temen

(agradezco a Fusa por haberme guiado hasta aquí)

Te dejo un beso.

Magnolias en el jardín dijo...

Me parece bellísimo Bel. La vida es eso,entre otras muchas cosas, lo imprevisto. Hacerse amiga de los perros y quererlos, que seguramente fueron apaleados anteriormente, y hacerse diestra en sortear espinas. Fíjate qué deporte tan sutil, la vida.
Es hermoso el poema, sí.
Magnolias

Isabel Mercadé dijo...

Muy bienvenida, Rayuela.
Qué suerte poder decir eso, así sin más... ¡ah! jazmín, sí, jazmín mil veces, jazmín si me he atrevido a decirlo a pesar del miedo...
Me gusta lo que dices, que no deja de ser cierto, también los perros y las alambradas las temen a ellas.
Un abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Magnolias en el jardín:
Muchas gracias por tu visita y tus cálidas consideraciones. Fíjate que leo tu nombre después del comentario de rayuela y era como si ella te hubiera invocado, y como si antes de ella yo te hubiera invocado.
Qué hermoso de pronto la casa llena de naranjos, jazmines y de tus magnolias.
Un afectuosos abrazo.

Conde de Galzerán dijo...

Bello. Pero temo que no lo comprendo, Bel. Todas esas palabras son realmente hermosas. Me pregunto ¿ por qué te dan miedo y por qué te son vedadas?. Las palabras son elegibles, y las seleccionadas, tuyas. Y me vuelvo a preguntar¿ por qué hay palabras que realmente son prohibidas para la belleza?. ¿Por qué está vedado amar a las cucarachas?
Qué culpa tienen ellas para vivir desterradas de lo sublime?

mjromero dijo...

OH, llego tarde, últimamente llego siempre con retraso, serán las alambradas?
Viví con alambradas, viví con madreselvas pero me niego a salir de los bosques de mí misma, en ellos cierro los ojos y veo los campos de madreselva y de amapolas,
fíjate, quito dos palabras de tu poema: almendros y codicia...
y el resto son palabras de mi campo, algunas ya perdidas.."... y veo cómo pasa la muerte", lo leí alguna vez en voz alta ante oídos que parecían atentos, rodeada de esas otras palabras, cuando leer era parte del vivir.
Me gustan tus palabras, Bel.
Un abrazo.

Ani B. dijo...

Me dejas pensando Bel querida... y hago un esfuerzo por escribir, a pesar de que leo (te leo) esa imposi
bilidad en el decir, en el "Yo digo".
Tu huida abre la pregunta sobre ¿quien es el que dice? ¿quién el que nombra las selvas y la noche?
Es el Otro el que sostiene ese decir... en cuyos intersticios se filtran perro y alambradas.

Es realmente un placer leerte,
un beso grande

Clarice Baricco dijo...

Ay mujer, ¿qué hago contigo?
Yo me llevaré a los perros.



Abrazos fuertes.

Nikté dijo...

Peazo poema, creo que te he descubierto, al fin.

giovanni dijo...

Querida Bel, leo tu poema y pienso a hiedra, ventana abierta cubierta. Palabras para mí son búsquedas, sonidos, acercaciones (aproximaciones). No domino el castellano y escribo en ese idioma para quedar cerca de mis sentimientos preverbales. Y tú? Ves perros y alambradas. Sin embargo, hay perros simpáticos y tal vez haya también palabras alambradas y acercadas que rompen de su cerco, escapan, se liberan, en búsqueda de nuevos sentidos y nuevas dueñas...
Un beso

Stalker dijo...

Querida Bel:

ojalá algún día dejes de huir de ti y puedas a-cercarte, y ya no haya alambradas, y los perros te laman la cara...

besos

Belnu dijo...

Gracias por estas flores de octubre, Bel, es curioso, yo tengo la sensación de cierta acercanza (!) en ti, aunque hables de la huida, parece como si fuera en pasado, como si sí pudieras nombrar las palabras, como si al decirlo estuvieras conjurando todo eso, ¿te acuerdas de aquel bosque de la Alicia de Carroll donde todo el mundo perdía su nombre y olvidaba quien era? Y el cervatillo andaba con ella sin recordar que era humana hasta salir del bosque. ¿Y te acuerdas de aquel poema favorito mío de Emily Dickinson? Al final también hay un olvido, pero en medio de la muerte hay un encuentro apasionado, me encanta ese poema

I died for beauty, but was scarce
Adjusted in the tomb,
When one who died for truth was lain
In an adjoining room.

He questioned softly why I failed?
"For beauty," I replied.
"And I for truth, -the two are one;
We brethren are," he said.

And so, as kinsmen met a night,
We talked between the rooms,
Until the moss had reached our lips,
And covered up our names.

Marta Sanuy dijo...

Buen poema, gracias Bel

abrazos gordisimos

Isabel Mercadé dijo...

Querido Conde:

Veo que se acuerda, gracias.
Yo no puedo responder. Si pudiera, o si entonces hubiera podido, cuando lo escribí, tal vez no lo hubiera escrito.
Me gustan sus preguntas. A veces, son la mejor respuesta.

Un beso enorme.

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Alfaro:

Me ha emocionado tu comentario. Leo algo entre líneas, algo que me dejas atisbar tras tus alambradas. No sé muy bien qué es, pero sé que no es cualquier cosa.
Y esos oídos atentos...
Yo los tengo para ti.

Gracias. Un gran abrazo.

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Querida Ani:

Qué alegría encontrarte de nuevo. Pronto iré a visitarte. Entre tanto, te agradezco esas palabras, esas preguntas que son, sí, las que me hago, las que me digo, que me dicen y, desde luego, ese Otro que me sostiene, aún ignorándolo, aún, tal vez, o incluso, resistiéndose.

Te abrazo fuerte.

Isabel Mercadé dijo...

Graciela querida :

Seguro que a ti te lamen ya, esos furiosos perros, como desea Stalker más abajo.
Un gran beso agradecido.

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¡OH!, Nikté, en el fondo es lo que todos queremos, que nos descubran, que alguien quiera hacerlo.
Me has emocionado.

Besos mil.

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Querido Giovanni:

Qué alegría verte por aquí. Escribir en un idioma que no conoces bastante debe de ser como volver a la infancia, cuando cada nueva palabra estaba llena de maravillas y misterios, cuando aún ellas no te habían poseído, cuando aún había esperanza de que fueras tú quién las poseyeras.

Sí, tal vez, tal vez, lo espero...

Un abrazo inmenso.

Isabel Mercadé dijo...

Stalker, querido, gracias por los buenos deseos.

Tal vez en el fondo no lo desee, tal vez tema quedarme entonces sin palabra alguna, tal vez entonces no haya siquiera perros o alambradas...

O, tal vez, sí, lleguen a darme lametazos de esos dulces y rasposos y entonces todas las palabras se acerquen sin miedo.

Un besazo.

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Querida Belnu:

Gracias mil, por leer entre líneas y por esos regalos...los dos, el capítulo de Alicia y el poema, son maravillosos.

También es uno de mis poemas favoritos. Morir por la verdad y la belleza no sin que antes, o entonces, hayan podido, por fin,
"hablar largamente hasta que el musgo cubra los labios".

Un gran abrazo.

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¡Qué alegría verte por aquí, Marta.

Las gracias te las doy a ti (y quedo a la espera de esa comida a tres).

Un beso enorme.

Isabel Mercadé dijo...

Queridos amigos:

Gracias de nuevo a todos.

(Creo que gracias ha sido la palabra. Era la que sobre todo merecíais. Menos mal que existe, no hubiera sabido decirlo de otro manera).

Goliardo dijo...

Hubiera jurado que había aquí un hermoso poema, que hablaba de bellos bosques prohibidos, pero la visión se ha devanecido. De todos modos, me gusta asomarme, escondido, a tu ventana, y descubrirte de pronto, así, como una visión fugaz, escondida tras tus palabras, y disfrutarlas, como a un sueño fugaz.
Un gran abrazo, amiga, yo también, en estos días de trabajo, paseo a hurtadillas por estos bosques sin perros ni alambradas, que siempre me son gratos, aunque se desvanezcan, como los más bellos sueños.

Isabel Mercadé dijo...

Gracias, Goliardo, para ti también, enormes, por lo que ves, lo que recuerdas, lo que sueñas...
y tus palabras aquí y allá.

Un abrazo inmenso.

Inuit dijo...

Bel,
No seas como Inuit y vuelve a poner el poema. Tus lectores, tus lectores...
Inuits

Magnolias en el jardín dijo...

ES BUENÍSIMO:Bel, escucha a Inuit que ya sabes que tiene muchas intuiciones.

Magnolias

Isabel Mercadé dijo...

Preciosas Inuit y Magnolias:
Muchísimas gracias, de corazón, por estas generosas palabras. Quizá más adelante. De momento os dejo unas palabras del Tao:
"Retirarse una vez acabada la obra
he ahí el Tao del Cielo".
Un abrazo inmenso a las dos.

ana p. dijo...

Porque nunca me encuentro