Por qué huyo de mí

40 comentarios:

(* dijo...

Bel, me he quedado helada al leer este poema, en blanco, sin habla. Y cuando ya me iba a ir de aquí slenciosa, sin dejar huella, me han venido de golpe, no sé por qué, estos versos de Ángel González:

"Ahora
sólo lo inesperado o lo imposible
podría hacerme llorar:

una resurrección, ninguna muerte."


Un abrazo enorme.

ALE. dijo...

Es cierto!!Quiza asi comienza la violencia que despues no se puede parar en las calles.

Un gran beso.

Diana H. dijo...

Sacude tu poema, Bel, con una realidad tan dura. Justo ayer nomás veía por la calle la violencia de un padre empujando a los gritos a su hijo, gritando de odio, de resentimiento, de tantas palizas que habrá recibido él mismo. La miseria y su impotencia abren paso a todas estas cosas, es una cadena de espanto.
Un beso.

Conde de Galzerán dijo...

Cualquier tipo de atropello, es muy desagradable. Primero, me ha sorprendido tu poema. Y me he quedado triste. Luego, sin querer he invertido a los protagonistas. Ahora, estoy doblemente triste.

Isabel Mercadé dijo...

"Una resurrección, ninguna muerte" tiene tal vez que ver con (* o con BM, con un cambio, y es un lado de los pensamientos. Y has acertado de lleno.
El silencio helado, tiene que ver con esas palabras y es el otro lado, ése que, aunque siempre merodeando, se abalanza cuando me pongo a escribir algo que no sea ensayo, ése que me impide decir las palabras "almendro" o "madreselva", y entonces huyo.
Gracias por comprender, como siempre, querida (*.

Isabel Mercadé dijo...

Exactamente, Ale, así comienza. Y aunque la relación no sea del todo pertinente, he recordado ahora nun graffiti que vi hace mucho tiempo en mi ciudad y que fue, no sé por qué en esa ocasión y por qué esa frase, casi una revelación. Decía así:
"Antes, tienes que eliminar al facha que hay en tu corazón".
Un abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Luzdeana:
No sólo la miseria económica, aunque también... con más frecuencia una especie de miseria moral. Y es terrible ser testigo. Mentiría si no reconociera que me alegro de que sacuda.
Un beso grande para ti.

Isabel Mercadé dijo...

Querido Conde:
Los protagonistas son ellos, esos niños, o ésa era mi intención. Y mi intención, en cierto modo inconsciente pero precisa, era también que eso que sé, y cuyas palabras destacan fluorescentes en mi conciencia cuando se trata de escribir "con libertad creativa", dejara triste, claro, al lector.
(En tu caso, ¿tal vez una venganza por la veces en que he salido tan nostálgica de tu casa?)
Un abrazo inmenso.

Belnu dijo...

Oh
Yo he pensado en esto de Alejandra Pizarnik
Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche, déjate caer y doler, mi vida.


(Y aún otro, perdona la invasión, es para devolverte un poco el impacto triste, el silencio que conozco)

La pequeña viajera
moría explicando su muerte

sabios animales nostálgicos
visitaban su cuerpo calinte

Clarice Baricco dijo...

Dolió. Duele. Y seguirá doliendo mientras no llegue la piedad.
Estoy suspirando, pero no quiero quedarme en suspiros.

Abrazo fuerte.

Isabel Mercadé dijo...

Belnu:
Ella era soberbia. ¿Invasión? al contrario, generosidad. Muchas gracias por el soberbio retorno, por no irte en silencio. En cuanto a ese silencio "de mí debo decir que estoy impaciente porque se me dé un desenlace menos trágico que el silencio".
Un abrazo grande.

Isabel Mercadé dijo...

Graciela:
¡Ah! La piedad de quién... también escribí algo sobre eso. No, claro que no hay que quedarse en suspiros, por eso hablas/hablamos, a pesar de.
Un beso.

virgi dijo...

¡Uf, Bel! Qué tristeza me ha entrado.
Tiene que ser terrible vivir una infancia tan triste. Me considero muy afortunada, pero me has impactado...parece que lo estoy viendo entre tus palabras.
Un abrazo amoroso

Belnu dijo...

Qué bonito también, Bel, ¿es de Pizarnik o es tuyo?

Isabel Mercadé dijo...

Virgi, es todo un elogio. Eso quería. De hecho, primero el poema se titulaba "Ver" y después, en el último momento, lo cambié por el título que tiene ahora. Tal vez lo cambie de nuevo...
Gracias. Un gran abrazo para ti.

Isabel Mercadé dijo...

Belnu:
Qué más quisiera. Pero la duda me halaga.
Un besazo.

Anónimo dijo...

Ayer fui a ver el estreno de una película que, aunque no me gustó mucho o casi nada, trataba de un tema que me interesa. No por placentero, sino por importante. El bullying, el acoso escolar, el acoso de los adolescentes entre adolescentes. Todo eso.
Ahora sí, ahora hay algún niño que hace ese gesto terrible que describes. Lo que me gusta del poema es que no tiene problema en decir las cosas como son: ese gesto, el miedo. Es así. Y también hay mujeres así. Y también hay hombres así. Y yo estoy aquí tan tranquila pero en otros momentos, en fin, que siempre hay alguien en esa pose. Y es horroroso pensarlo. Y es necesario pensarlo.

(Te he contestado el comentario de La enredadera... pásate y dime, que ando tonta y despistada.)

Un abrazo grande.

Isabel Mercadé dijo...

Gracias, Fusa querida. Tú lo has dicho, el poema no tiene problemas en decir... sería tan dulce entenderlo así, como una intermediaria, permitiendo, lejos del temblor, que él se diga.
Un beso.

Anónimo dijo...

Porque ésa es la solución, caso de haberla: que él se diga, el niño, la mujer, el hombre, quien sea. No hay que alejarlo del temblor, traerlo a nuestro lado. No. Eso es coger un atajo que no lleva a ninguna parte. ¿No crees? Que él se diga, a través de un poema o de lo que sea, pero que se diga.
¡Que me gusta la inmediatez, volver y encontrarte, saberte al otro lado!

FLACA dijo...

Este poema es como un cuchillo filoso e hirviente clavándose bien hondo. Pero está bien, debemos ser conscientes permanentemente de que la violencia doméstica existe, aunque no la veamos. Y la violencia contra los niños y adolescentes es impresionante. Justamente hoy fui a una reunión cuyo tema era "estrategias educativas de protección a la infancia y a la adolescencia".

Un saludo.

Marisa Peña dijo...

¡Qué dolor y qué recuerdos!Recuerdo un tiempo en el que la infancia era un constante protegerse con el brazo.de los profesores, de los padres, de los matones de curso de turno...Luego llego el technicolor y empezó a estar mal visto.Con el tiempo seguimos protegiéndonos de los golpes de la vida a penas con un simple gesto que nada puede hacer para evitarnos el sufrimiento.
Un beso mi bel , y abracemos a esos niños que fuimos y a los que aún lo son.

Isabel Mercadé dijo...

¡Cuánto tiempo, Flaca! ¡Qué alegría volver a oírte! Y muchas gracias. ¿Sabes? Esas imágenes ardientes y filosas me rondan con frecuencia. Me ha costado mucho decidirme a mostrarlas. Y este tema, tan tabú todavía.
Un abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Marisa, querida, cuando lo escribí creía que pensaba en casos mucho más sangrantes que lo que se consideraba "normal" aquí no hace mucho. Te agradezco que lo hayas extrapolado porque en realidad estaba hablando de esta violencia cotidiana todavía soterrada que no queremos ver. Ya comentaba arriba que el primer título del poema era "Ver". Luego, no sé muy bien por qué, lo cambié por éste. Me incluyo porque también preferiría no ver, pero las imágenes no se resignan y, bueno, aquí están.
Abrazo muy fuerte a todas tus tú.

Mertxe dijo...

He tenido que sentarme, porque la fuerza de este poema es abrumadora, y se necesita un apoyo firme, algo que no nos derribe. La realidad suele darnos estos empellones: el de ayer fue el cadáver de un bebé emergiendo en un camión de la basura.

Isabel Mercadé dijo...

Pues muchas gracias, Mertxe. Con un absoluto agoísmo, me alegro de que resulte así de abrumador. Eso era lo que pedían estas imágenes que insistentemente me acechan.
Un abrazo muy fuerte.

Equipo de filosofía salvaje dijo...

La verdad es que este post-poema me ha impactado, sí.

Quería agradecerte tus palabras en "mi" blog, y animarte a que comentes cuando quieras, me encanta saber qué piensa la gente cuando lee los posts de FS...y en general, no sólo de FS.

Es estupendo leer comentarios, verdad?

En fin, te sigo leyendo encantado.
Besos miles.

Toni aka bufu.

Isabel Mercadé dijo...

Equipo de filosofía salvaje:
Gracias por tu visita, por tus palabras y por tu calificación. No me desagrada eso de post-pomea. Sí, es estupendo, leerlos, responderlos, escribirlos... siempre que no se convierta en una especie de obligación.
Yo lo seguiré haciendo encantada con Filosofía Salvaje.
Un abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Gracias a todos los que habéis venido hasta aquí a dejar vuestras huellas.
Abrazos inmensos a todos.

Isabel Mercadé dijo...

Mis disculpas. Olvidaba explicarme. Los que hace tiempo que me conocéis, me habéis visto hacerlo otras veces. Cuelgo un poema mío, como un experimento, porque necesito, a veces, enviarlo al mundo y ver cómo me es devuelto, y después lo borro.
Gracias de nuevo a todos.

Jenn Díaz dijo...

Ah... es un secreto. Ahora todo el que venga no sabrá por qué huyes de ti. Ni de dónde nacen todas estas palabras que hemos dejado aquí.
En cambio yo, vuelvo, no vengo, sino que vuelvo, y me encuentro con un espacio en blanco... pero no con el silencio.
Me gusta esto que has hecho.
Bona nit, bonica.

Isabel Mercadé dijo...

Una abraçada per tu de bona nit, Fusa, estimada.

Mertxe dijo...

Caramba... Pues esto de poner y luego -tras la catarsis- quitar, me ha recordado esos ecos que vagan por el universo y que nos hablan de los primeros vagidos de la creación, porque eso son los comentarios que sigue 'levantando' desde su hueco. Si tuviera sombrero, me lo quitaría, Bel, me lo quitaría y además versallescamente.

Stalker dijo...

Este poema me deja fuera de mí. Astillas de cristal, huellas de una combustión que se ignora...

Isabel Mercadé dijo...

Mertxe, contigo, la verdad, prefiero los abrazos, pero, puestos a hacer hipótesis, te respondería haciendo una reverencia con toda la gracia de la que soy capaz (aunque seguro no alcanza la que tú mereces).
Buenas tardes, bihotza.

Isabel Mercadé dijo...

¡Ah, Stalker! Me habría encantado conocer tu reacción en plena hoguera.
Un abrazo.

el objeto a dijo...

siempre estoy en otra parte, así que cuando veo que mi vida se la llevan, ya ni me sorprendo

Isabel Mercadé dijo...

¡Ah! Vanesa, guarda estas tres frases como un tesoro, ¿te das cuenta de lo que has hecho? Un micro de los mejores, espléndido.
Un abrazo.

Stalker dijo...

Ah, Bel, mi reacción en plena hoguera, ahora comprendo...

mi reacción es sencilla: saltar hacia ella y abrazarla, sentir que el calor me invada aunque me destruya, eso simplemente...

abrazos

Isabel Mercadé dijo...

Stalker:

No sé, yo, ...

el objeto a dijo...

querida Bel, el micro-relato es resultado de lo que sugiere tu pregunta! lo importante son las preguntas, no las respuestas, verdad? pero gracias por el cumplido, que acepto encantada,
y te agradezco que hayas pasado por mi casa (medio abandonada estos días) para decírmelo

un abrazo
v(a)