El ángel del swing

Cuando este sitio apenas había cumplido un mes, me tropecé, cerca del mar, con un grupo de chicos y chicas que bailaba swing. Lo hacían por placer. Y lo hacían divinamente. Casi recién nacido, absorto como estaba descubriéndose, no quiso entonces prestar su voz a mis explicaciones. Apenas si me permitió insertar unas imágenes. Ahora, ya crecidito, ha recibido la visita de un ángel llamado Alfaro, quien, como si del enviado a Jacob se tratara, apareció una noche para recordarle las cuentas pendientes. Alfaro no venía sola, la acompañaba un querubín, de nombre Fusa. Cómo no iban a poder entre las dos con él, si al fin y al cabo es todavía un jovencito apocado. Así que, por más que yo intentara parecer amenazante, evidentemente el divino mensajero tenía de antemano la partida ganada. Le pedí, eso sí, que me bendijera antes de partir, y esto fue lo que respondió:
Aunque vivo muy lejos
llegué rápidamente
tanta necesidad tenía
de aire y soledad
y de pronto
entre la playa y el inicio del Paseo
en un recodo
que se ensancha en la arena
había un grupo bailando swing
la felicidad fue tan intensa
que bendije al ángel
que me había llevado
hasta allí.

Yo lo titularía el ángel del swing o o el ángel de la felicidad, concluyó.

Entonces, el querubín, que se había mantenido en silencio, delató la que sospecho una irreprimible tendencia al uso de la palabra, añadiendo:

Coincido con la querida Alfaro.

Y desaparecieron entre rumor de besos y batir de alas*.



Dedicada a Alfaro con mi agradecimiento, cariño y amistad. Y con el ruego de que perdone la pequeña broma. Ella, que de tan delicada, después de construir un hermoso poema con mis deslavazadas palabras, insistía en pedir excusas. Decía Oscar Wilde que cualquiera puede simpatizar con las penas de los amigos, simpatizar en cambio con sus éxitos requiere de una naturaleza delicadísima. Ser un maravilloso poeta, coger el texto de una amiga encontrado al azar, convertirlo en un poema y ofrecérselo para que lo firme como propio requiere de una naturaleza más que delicadísima. Requiere de una naturaleza angélica.

*Espero que también Bécquer, allá donde esté, me perdone la apropiación.

26 comentarios:

mjromero dijo...

Querida Bel,
qué alegría que al fin hayas recogido estas hermosas palabras, que al leerlas entre los comentarios de fusa me emocionaron como sólo algunos poemas te emocionan cuando te llegan al corazón o al sitio donde surjan las emociones, temí que te molestara y vi en ellas el poema...
Por lo demás, ahora te agradezco todas esas hermosas palabras que me dedicas.
Besos, bel, y gracias a ti, de corazón.

Isabel Mercadé dijo...

Queridísima Alfaro,
Estaban recogidas desde el principio. Pero como dijo el poeta, escribir es la reflexión después de la emoción. Y yo he necesitado unos días para hacerlo, pues tu gesto sí que fue de una generosidad emocionante.
Un gran abrazo.

Fernando dijo...

me entrego al placer de la ternura...esa mano delicada que toca suavemente al semejante con la tibieza que todavía el día no ha enfriado...besos a las dos.

Inuit dijo...

¡Quina entrada mé bonica Bel! Com m'ha agradat.Tan tendre.Quina gracia m'ha fet el querubín....

Tienes tanta capacidad para encontrar las palabras y para captar el componente psicológico.
A parte de escritora,poeta ,asesora literaria,creo que también psicóloga.

De mi Alfaro,nuestra Alfaro,no puedo más que decir,bondad,
sabiduría, buen hacer,inteligente, creativa...pero reconozco que no soy imparcial.

Es que es bueno que nos regales
todos este mundo que te configura.

Auroras resplandecientes en la seguridad que tomarás a reflexión nuestros deseos.

Isabel Mercadé dijo...

Querido Fernando,
Precisamente, la sensación era -aunque luego no lo escribí- la de haber sido tocada por el ala de un ángel.
Suave beso para ti.

Isabel Mercadé dijo...

Inuit,
No sé si se ve, pero te aseguro que después de leer tu comentario me he puesto mucho más roja.
Sin embargo, todo lo que dices de Alfaro es cierto y más... Tu imparcialidad es muy objetiva. Y qué más decir de la Aurora de nuestros días...
Te abrazo como quien abraza la luz.

Clarice Baricco dijo...

Es definitivo que en esta casita hay ángeles. Y me encanta que sean tan bailadores.
Lindas letras como siempre.

Abrazos a los tres.

Graciela.

Mertxe dijo...

Jo, qué café más rico-rico me voy a tomar después de leer esto.

Por cierto... En el Maresme ya huele a otoño y en virtud de ese aroma y el del café (que tampoco es manco) no me extrañaría nada que se me apareciese el ángel del swing, aquí, en medio de la sala, reclamando su chupito de café.

Muy hermosas tardes.

Felipe Sérvulo dijo...

Querida Isabel: volvemos a la normalidad y al reencontrarte se hace un poco menos penoso.
Un fuerte abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Clarice:
Tú eres el cuarto que faltaba.
Un abrazo cariñoso, querida.

Isabel Mercadé dijo...

Querida Mertxe:
Espero que te haya visitado el ángel, el del swing o el de... (eso tienes que completarlo tú).
¡Hummmmm, el café, uno de mis vicios! El chocolate negro, muy amargo, es otro y no sigo. Otro día más confesiones.
Feliz noche y feliz aroma.

Isabel Mercadé dijo...

Felipe:
No me parece que tú vivas tu normalidad de modo penoso...¿?. Gracias de todos modos por el piropo.
Un abrazo muy grande.

alba dijo...

¿Me concede este baile, señorita? Me han dicho que hasta los ángeles enloquecen bailando swing, enloquecen de alegría.

Dulces besitos.

Isabel Mercadé dijo...

Preciosa (*,
Tú debes de conocerlos muy bien. ¿No hay siempre uno ahí sentado?
Abrazos.

alba dijo...

Bel, ya decía yo que en la luna una no se puede quedar quieta. Tus hermosos ángeles de la felicidad traen entre sus alas los ecos de las olas y ese swing. ¡Vaya ritmo!

Anónimo dijo...

Pero qué encantadora eres, Bel. Y Alfaro no se queda en absoluto corta. Me ha gustado ser el pequeño ángel de unión que ha dado vida a este poema, a este swing. A mí estas cosas es que me hacen un poco más feliz, debo ser tonta. Entra de lleno en mis pequeñeces... en las señales, en los milagros. Ha sido como ir en bicicleta otra vez... sólo que, al llegar, bailabais vosotras dos con las palabras.

Un abrazo a ambas.

Olvido dijo...

Todo este galimatías de letras me está pareciendo delicioso, he ido a Alfaro a Fusa al Espirador ecléctico y me ha parecido todo un juego encantado y encantador.

Gracias bel, un beso

mjromero dijo...

bel,
menos mal que hoy leo esto...,
y me siento feliz, esto de juego encantado y encantador...
besos.

Isabel Mercadé dijo...

Pues bailemos, (*, con ritmo acompasado o frenético ...como ya había dicho también, ojalá pudiéramos ver la vida como un swing.
Buenas noches querida (*.

Isabel Mercadé dijo...

Fusa,
Saber ver como tú las señales, es privilegio de sabios.
Un beso otra vez de buenas noches.

Isabel Mercadé dijo...

Olvido,
Y a mí me encanta la palabra "galimatías" y que te hayas encantado en éste.
Un abrazo.

Isabel Mercadé dijo...

Alfaro:
Felicidades las que usted merece, señora.
Besos.

MGJuárez dijo...

Es una dicha esta magia que reside en tus letras. Gracias por ofrecerlas.

Un abrazo,
Montse

Isabel Mercadé dijo...

Hola Montse:
Ahora mismo pensaba ir a ver qué hay de nuevo por el Cuaderno.
Petons.

Anónimo dijo...

ya sabes que escribir de algún modo es luchar con un ángel

(justo has puesto este post y ayer yo cambié mi imagen del perfil con el fresco de delacroix)

un beso

Isabel Mercadé dijo...

No había pensado en esta reflexión. Muy certera, Santi.

(Qué raro, hace casi un mes de este post...en mis enlaces también me sale como reciente uno de Inuit de hace más de un mes)

Sea como sea, me alegro de la coincidencia. No me había dado cuenta. Ahora me acerco a ver tu nuevo perfil.

Abrazos.